Un preocupante incidente de inseguridad sacudió el barrio Santa Isabel cuando al menos tres delincuentes irrumpieron en una residencia, sometiendo a sus ocupantes a una situación de extrema vulnerabilidad. El hecho, calificado como una “entradera”, tuvo lugar en la noche del jueves, dejando a un hombre de 82 años y a su compañera de 54 años atados y a merced de los asaltantes.
Según relatos de vecinos y confirmación de fuentes oficiales, el asalto se produjo en una vivienda ubicada en las inmediaciones de las calles 8 y 813. Los criminales, tras ingresar al domicilio, inmovilizaron a la pareja, atándolos de pies y manos. Esta acción les permitió registrar minuciosamente cada rincón de la casa en busca de objetos de valor.
El botín obtenido por los delincuentes incluyó una alianza de oro, una suma de 500 dólares estadounidenses y 150 mil pesos argentinos. Tras apoderarse del dinero y las joyas, los asaltantes huyeron rápidamente del lugar. “Salieron del lugar y subieron a un auto oscuro, tipo sedán, que estaba en la puerta esperándolos”, declararon fuentes cercanas a la investigación, sugiriendo que contaban con apoyo externo para facilitar su escape.
Tras el incidente, personal policial se desplazó al lugar de los hechos para iniciar las investigaciones correspondientes. Ante el estado de shock y la posible afectación física de las víctimas, se solicitó la presencia de una ambulancia. Los profesionales de la salud que atendieron a la pareja determinaron que, afortunadamente, no era necesario su traslado a un centro asistencial, aunque el trauma psicológico del suceso es innegable.
La investigación del caso ha sido asignada a la fiscalía temática dirigida por Mariano Moyano. Se espera que se realicen las diligencias necesarias para identificar y capturar a los responsables de este violento asalto, así como para recuperar los bienes sustraídos y brindar el apoyo necesario a las víctimas.
Este incidente pone de manifiesto la creciente preocupación por la seguridad en los barrios residenciales y la necesidad de reforzar las medidas de prevención y vigilancia para proteger a los ciudadanos, especialmente a los más vulnerables. La comunidad de Santa Isabel se encuentra consternada por lo sucedido y exige a las autoridades una respuesta contundente para evitar que hechos similares se repitan en el futuro.