La vida de un joven de 26 años, conocido por su ostentoso estilo de vida en redes sociales, dio un giro inesperado al ser arrestado bajo la acusación de traficar cocaína de alta pureza. El individuo, que se presentaba como un gurú del ‘coaching’ y el ‘trading’, cultivaba una imagen de éxito y riqueza, atrayendo a casi un millón de seguidores en plataformas como YouTube e Instagram.
La investigación, llevada a cabo por la fiscalía de Estupefacientes, reveló que el detenido operaba bajo la modalidad de ‘delivery’, coordinando encuentros a través de aplicaciones de mensajería como WhatsApp y Telegram. Las autoridades, tras obtener la información inicial a principios de junio, iniciaron un seguimiento discreto que confirmó las sospechas y condujo a la solicitud de órdenes de allanamiento.
El operativo culminó con la intercepción de la camioneta VW Amarok del sospechoso, justo después de realizar una transacción en las inmediaciones de un conocido centro comercial. Durante la requisa del vehículo, se incautaron aproximadamente 150 gramos de cocaína y una balanza de precisión, lo que llevó a su detención inmediata, supervisada por la fiscal Daniela Ledesma.
Posteriormente, se allanaron dos propiedades vinculadas al imputado: su domicilio particular, ubicado en la calle Lebensohn al 6900, y una panadería de su propiedad, situada en Génova y Brumana. En el local comercial no se encontraron elementos relevantes para la investigación. Sin embargo, en la vivienda, los agentes descubrieron un ladrillo de cocaína con un sello distintivo: la imagen de un delfín, un indicativo que podría estar relacionado con la procedencia o la organización criminal detrás del tráfico.
La vida pública del detenido contrastaba fuertemente con las acusaciones que ahora enfrenta. Sus perfiles en redes sociales mostraban viajes lujosos, supuestamente a Dubái y otros destinos exóticos en Medio Oriente. Entre sus clientes más cercanos, era conocido con el apodo de “El Musulmán”, un detalle que añade un elemento de misterio a su figura.
Actualmente, el joven permanece detenido en la Unidad Penal N°44 de Batán, a la espera de prestar declaración ante el tribunal. Las pruebas recabadas durante la investigación, incluyendo la droga incautada, las balanzas y los elementos encontrados en los allanamientos, serán cruciales para determinar su responsabilidad en el delito de tráfico de estupefacientes.
Este caso pone de manifiesto la dualidad que a menudo se encuentra en el mundo de las redes sociales, donde las apariencias pueden ser engañosas y la línea entre la realidad y la ficción se vuelve cada vez más difusa. La ostentación de riqueza y éxito, en este caso, parece haber sido una fachada para ocultar actividades ilícitas que ahora lo enfrentan a la justicia.