La tranquilidad de la madrugada en Berazategui se vio abruptamente interrumpida por un acto de violencia que ha conmocionado a la comunidad. Un comercio local, ubicado en la intersección de la avenida 7 y la calle 123, a escasas cuadras de la Municipalidad, fue el blanco de un audaz robo que dejó a una joven empleada en estado de shock.
Alrededor de las 2 de la mañana, un individuo con el rostro cubierto irrumpió en el establecimiento, destrozando el vidrio de la puerta de entrada. Su accionar fue rápido y despiadado. En cuestión de segundos, saltó el mostrador y, con palabras amenazantes, intimidó a la empleada, llegando incluso a amenazarla con violencia sexual. La joven, presa del pánico, suplicó al asaltante que se llevara lo que quisiera, rogándole que no le hiciera daño.
El delincuente, sin mostrar remordimiento alguno, procedió a saquear la caja registradora, apoderándose del dinero en efectivo. No contento con ello, también sustrajo cigarrillos y bebidas, todo ello mientras profería insultos y amenazas explícitas contra la indefensa empleada. Las cámaras de seguridad del local captaron cada instante de este aterrador suceso, proporcionando evidencia crucial para la investigación policial.
A pesar del trauma emocional sufrido, la víctima, afortunadamente, no sufrió lesiones físicas. Sin embargo, el impacto psicológico del incidente es innegable y requerirá tiempo y apoyo para superar.
Antes de darse a la fuga con el botín, el ladrón profirió una frase que añadió aún más desconcierto e indignación al ya de por sí execrable acto: “Quiero que nunca más me faltes el respeto”. La empleada, entre lágrimas y visiblemente confundida, respondió: “Yo no le falto el respeto a nadie”. Esta declaración, lejos de justificar el crimen, revela una perturbadora desconexión con la realidad y una completa falta de empatía por parte del agresor.
Las autoridades policiales han caratulado el caso como robo agravado y se encuentran trabajando arduamente para identificar y detener al responsable. Se están analizando minuciosamente las grabaciones de las cámaras de seguridad del local, así como las de otros establecimientos de la zona, en busca de pistas que permitan dar con el paradero del delincuente.
La comunidad de Berazategui se ha mostrado consternada por este hecho de violencia, expresando su solidaridad con la víctima y exigiendo a las autoridades que se haga justicia. Vecinos y comerciantes locales han manifestado su preocupación por el aumento de la inseguridad en la zona y han solicitado un mayor patrullaje policial y medidas preventivas para evitar que este tipo de incidentes se repitan.
Este suceso sirve como un crudo recordatorio de la vulnerabilidad a la que están expuestos muchos trabajadores y comerciantes, y subraya la necesidad de fortalecer las políticas de seguridad y promover una cultura de respeto y convivencia pacífica en la sociedad.
La investigación continúa en curso, y se espera que en los próximos días se produzcan avances significativos que permitan llevar al responsable ante la justicia y brindarle a la víctima el apoyo y la contención que necesita para superar este difícil momento.