Atraco en el Corazón de la Ciudad: Famosa Casa de Picadas Saqueada en la Madrugada

Atraco en el Corazón de la Ciudad: Famosa Casa de Picadas Saqueada en la Madrugada

En un golpe audaz que ha sacudido a la comunidad local, una reconocida casa de picadas, un punto de referencia culinario en el concurrido centro de la ciudad, fue blanco de un robo durante las primeras horas de hoy. El establecimiento, famoso por su exhibición de productos que atrae tanto a residentes como a turistas que pasean por la emblemática calle Rivadavia, sufrió la rotura de su vidriera, permitiendo a los delincuentes acceder al interior y sustraer una considerable cantidad de mercancía.

El incidente, que tuvo lugar aproximadamente a las tres de la mañana, se desarrolló en el local ubicado en la intersección de Rivadavia y Santiago del Estero. Los asaltantes emplearon una táctica que, lamentablemente, se ha vuelto cada vez más común en la zona: destrozar la vidriera para apoderarse rápidamente de todo lo que esté a su alcance.

A pesar de la presencia de cámaras de seguridad en muchos comercios de la zona, lo que podría disuadir a algunos, estos delincuentes parecen no inmutarse, arriesgándose por un botín que, aunque pueda parecer modesto, representa una pérdida significativa para los comerciantes. En esta ocasión, los ladrones se llevaron una variedad de productos, incluyendo tablas de picadas listas para servir, una selección de fiambres de primera calidad, quesos artesanales y hasta botellas de vino.

El Aumento de la Inseguridad: Un Problema Creciente

El robo a la casa de picadas pone de manifiesto una preocupación creciente entre los comerciantes locales: el aumento de la inseguridad y la presencia de personas en situación de calle que recurren a la mendicidad y, en algunos casos, a la intimidación para obtener alimentos o dinero. Un comerciante vecino, propietario de una minidespensa, relató la difícil situación que enfrentan diariamente.

“Hace una semana, comenzamos a ver nuevamente a personas en situación de calle que nos obligan a darles un sándwich. Incluso patean el canasto que tengo en la puerta del local. Antes esto ocurría solo por la noche, pero ahora es a toda hora, especialmente al mediodía y entre las siete y las ocho de la noche”, explicó el comerciante.

La problemática, si bien no es nueva, se ha intensificado notablemente después del verano. “Entran al comercio y te dicen: ‘dame algo’. ¿Por qué estamos obligados a darles? Estamos trabajando. A la mañana, cuando llegamos a las 8:30, ya vemos gente con bolsos, y apenas abrimos empiezan a pedirnos”, añadió.

La situación ha llegado a un punto en el que la seguridad de los trabajadores también se ve comprometida. “Te obligan a darles una moneda, y si no les das, te piden un sándwich. El repartidor que nos trae los cigarrillos nos contó que, a partir de esta semana, la empresa le asignó un guardia de seguridad porque cada vez que entra en el centro intentan robarle. La empresa ha contratado a un policía para que lo acompañe. El chico baja, cierra la camioneta, y el policía lo sigue a todas partes. Nosotros empezamos a cerrar a las ocho de la noche porque hay mucha gente con malas intenciones, y por eso mucha gente no quiere venir al centro”, concluyó el comerciante, visiblemente preocupado por la situación.

Este incidente, junto con otros similares que han ocurrido en la zona, pone de relieve la necesidad urgente de implementar medidas de seguridad más efectivas para proteger a los comerciantes y garantizar la tranquilidad de los ciudadanos que transitan por el centro de la ciudad.