En un giro inesperado de los acontecimientos, un joven de 20 años se encuentra ahora en el centro de una investigación policial tras ser interceptado mientras disfrutaba de un paseo a caballo por el barrio Félix U. Camet, en Mar del Plata. Lo que parecía una tranquila cabalgata dominical pronto se tornó en un encuentro con la justicia, ya que el equino en cuestión había sido reportado como robado apenas un día antes.
El incidente, que tuvo lugar en la intersección de las calles 28 y 21, fue resultado de la diligente labor de la División Caballería de la ciudad. Su intervención oportuna permitió la identificación y posterior detención del individuo.
La historia comenzó a desentrañarse el jueves por la tarde, cuando un profesor de equitación de 52 años, y legítimo propietario del animal, denunció la desaparición de su valioso caballo. El equino, un impresionante ejemplar de raza Silla Argentino, de pelaje zaino y con una edad de cuatro años y medio, había sido sustraído de su potrero, ubicado en la calle Houssay al 8200. Según el relato del denunciante, los perpetradores habían logrado acceder al predio tras romper el alambrado perimetral.
Tras la denuncia, las autoridades iniciaron una exhaustiva investigación. Gracias a varios testimonios recabados en la zona, surgió una pista crucial: el caballo había sido visto en las inmediaciones de Santa Clara del Mar. Con esta información, los efectivos policiales intensificaron el patrullaje en el área.
El operativo policial finalmente dio sus frutos este viernes al mediodía. Un miembro de la División Caballería, que se encontraba fuera de servicio y vestido de civil, avistó al animal en poder del joven en el barrio Félix U. Camet. La coincidencia entre las características del caballo y la descripción del equino robado fue innegable, lo que llevó a la inmediata intervención del personal de la Comisaría 15ta.
El joven fue detenido en el acto y puesto a disposición de la justicia. La fiscalía de Flagrancia, bajo la dirección del Dr. Eduardo Layus, tomó las riendas del caso. Tras las diligencias correspondientes, el fiscal dispuso la notificación de formación de causa al joven por el delito de encubrimiento. En concordancia con el artículo 161 del Código Procesal Penal, el individuo recuperó su libertad a las pocas horas.
A pesar de la liberación del joven, la investigación continúa su curso. El objetivo principal ahora es determinar la identidad de los responsables del robo original y esclarecer si el joven detenido tuvo alguna participación directa en la sustracción del equino. Mientras tanto, el caballo, sano y salvo, ha sido reintegrado a su legítimo propietario, quien seguramente respiró aliviado tras la angustiosa experiencia.
Este incidente sirve como recordatorio de la importancia de la vigilancia y la colaboración ciudadana en la lucha contra el delito. La rápida acción de la policía, sumada a la información proporcionada por los vecinos, fueron cruciales para la recuperación del caballo y la detención del sospechoso. La investigación sigue abierta, y se espera que pronto se haga justicia en este peculiar caso de robo ecuestre.