La paciencia de los residentes de un barrio residencial de Mar del Plata ha llegado a su límite. En los últimos días, la caída de tres postes de luz ha generado una situación de peligro e indignación, con los vecinos sintiéndose abandonados por las autoridades competentes. A través del servicio de atención ciudadana, los afectados han intentado, sin éxito, obtener una respuesta y una solución concreta a este problema que amenaza su seguridad y bienestar.
El incidente más reciente, captado en video por los propios vecinos, muestra un poste desplomándose peligrosamente cerca de una vivienda familiar, poniendo en riesgo la integridad de sus habitantes. “Podemos ver, en la misma intersección, otro poste caído. Estamos llamando a Defensa Civil desde hoy. Y tenemos otro poste a punto de caer”, declaró un vecino, evidenciando la magnitud del problema y la inacción de los organismos responsables.
La zona más afectada se encuentra en la calle López de Gomara al 5800, donde la caída de los postes ha alterado la normalidad del barrio Los Pinares. La preocupación se agudiza ante la presencia de un cuarto poste que, según los vecinos, se encuentra en una situación precaria y podría ceder en cualquier momento, generando un nuevo incidente. La frustración es palpable: “Todos se tiran la pelota y el palo no es de nadie”, resume un vecino, reflejando el sentimiento generalizado de desamparo.
La situación se ve agravada por el alerta meteorológico vigente en la zona. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ha emitido una alerta amarilla por vientos de intensidad, con ráfagas que podrían alcanzar los 75 km/h. Estas condiciones climáticas adversas aumentan el riesgo de nuevos derrumbes y dificultan aún más las tareas de reparación y mantenimiento.
La falta de una respuesta eficiente por parte de las autoridades ha generado un clima de tensión y preocupación entre los vecinos, quienes exigen una solución urgente a este problema que pone en riesgo su seguridad y la de sus familias. La comunidad espera que las autoridades tomen cartas en el asunto y actúen con celeridad para evitar consecuencias más graves.
Este incidente pone de manifiesto la importancia de la inversión en infraestructura y el mantenimiento adecuado de los servicios públicos, así como la necesidad de una respuesta rápida y eficaz ante situaciones de emergencia. La seguridad de los ciudadanos debe ser una prioridad, y la falta de acción en este caso demuestra una preocupante negligencia por parte de los responsables.
Mientras tanto, los vecinos permanecen en estado de alerta, temiendo por su seguridad y exigiendo una solución inmediata a este problema que ha alterado su vida cotidiana y ha generado un clima de incertidumbre en el barrio.