Después de casi dos décadas de incertidumbre y controversia, el caso de Nora Dalmasso, un crimen que conmocionó a la ciudad de Río Cuarto, ha experimentado un giro significativo. La Cámara Criminal, Correccional y de Acusación de 2° Nominación ha confirmado el sobreseimiento total por prescripción del imputado Roberto Marcos Barzola, marcando un hito en esta prolongada saga judicial.
La decisión de la Cámara, según el documento divulgado por Justicia de Córdoba, se fundamenta en el extenso período transcurrido desde la fecha del crimen. El tribunal determinó que “desde la medianoche de la fecha de la comisión del hecho imputado al prevenido hasta la actualidad, han transcurrido casi 19 años. Es decir, un lapso superior al límite temporal que la ley sustantiva establece para la operatividad de la prescripción”. Este argumento clave se apoya en el artículo 62, inciso 2, del Código Penal (CP), que estipula un plazo máximo de prescripción de 15 años para el delito imputado a Barzola.
Un aspecto crucial de la resolución judicial radica en el descarte de la suspensión de los plazos de prescripción debido a la imputación inicial del esposo e hijo de la víctima. La Cámara consideró que la imposibilidad de estos para instar la acción penal como querellantes, al haber sido previamente señalados como sospechosos, no justifica la interrupción del curso de la prescripción.
Como resultado de estos fundamentos legales y temporales, el tribunal optó por aceptar la excepción de falta de acción presentada por la defensa de Barzola. En consecuencia, se declaró extinguida, por prescripción, la acción penal relacionada con el delito de abuso sexual con acceso carnal seguido de muerte, del cual se acusaba a Barzola.
La acusación contra Bárzola surgió en diciembre del año anterior, impulsada por el fiscal Pablo Javega. La evidencia clave en este nuevo capítulo del caso fue el hallazgo de huellas genéticas masculinas, coincidentes con muestras recolectadas en la bata y el cuerpo de Nora Dalmasso. Tras extensos análisis, se determinó que este ADN pertenecía a Roberto Bárzola, quien en el momento del crimen trabajaba como pulidor de pisos en la residencia de Villa Golf donde ocurrió el trágico suceso.
La identificación de Bárzola como el propietario del ADN encontrado en la escena del crimen generó un renovado interés en el caso, que parecía estancado durante años. Sin embargo, la defensa del imputado argumentó que el tiempo transcurrido desde el crimen superaba con creces el plazo de prescripción establecido por la ley, un argumento que finalmente fue aceptado por la Cámara Criminal, Correccional y de Acusación.
Esta decisión judicial, sin duda, reabrirá el debate sobre la efectividad de la justicia en casos complejos y prolongados. La prescripción, un principio legal diseñado para evitar la persecución penal indefinida, se ha convertido en un factor determinante en un caso que ha mantenido a la sociedad argentina en vilo durante casi dos décadas. El fallo plantea interrogantes sobre el equilibrio entre el derecho a la justicia para la víctima y la necesidad de garantizar la seguridad jurídica para el imputado.
El caso Nora Dalmasso, marcado por investigaciones fallidas, giros inesperados y un profundo dolor familiar, continúa siendo un símbolo de la complejidad del sistema judicial y la persistencia de la impunidad. La decisión de sobreseer a Roberto Barzola por prescripción no cierra el caso, sino que abre un nuevo capítulo en la búsqueda de la verdad y la justicia para Nora Dalmasso.