El Sindicato de Obreros y Empleados Ceramistas de Olavarría (Soeco) ha expresado su profunda preocupación ante la reciente solicitud de Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) presentada por la empresa Cerro Negro ante el Ministerio de Trabajo de la Nación. Este procedimiento afectaría directamente a las tres plantas de la compañía, ubicadas estratégicamente en Olavarría, Córdoba y Campana.
Cerro Negro, una empresa con un historial previo de conflictos laborales, ya había generado controversia al desvincular a un centenar de trabajadores en Olavarría. Tras la intervención del Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, la cifra de despidos se redujo a 59. Sin embargo, la nueva solicitud de PPC plantea una amenaza aún mayor para la estabilidad laboral de sus empleados.
Según Gustavo Bustamante, titular del Soeco, la implementación del PPC podría resultar en la pérdida de empleo para aproximadamente 500 trabajadores. La empresa plantea una estrategia de suspensión de actividades de forma escalonada. En la planta de Olavarría, se prevé la detención de una línea de producción el 16 de junio, seguida por otra el 23 de junio, y el cese de la línea de ladrillos entre agosto y septiembre. Las plantas de Córdoba y Campana también se verían afectadas por estas pausas en la producción.
“El planteo es suspender con un pago del 70% del salario neto”, explicó Bustamante, destacando la incertidumbre que genera esta propuesta entre los trabajadores. Además, señaló que el sector aún no ha logrado cerrar la paritaria 2024-2025, habiendo obtenido hasta el momento un aumento del 19% frente a una inflación interanual que se acerca al 48%. “Estamos 30 puntos abajo”, lamentó.
Olavarría ha sido particularmente vulnerable al impacto de los despidos masivos y los cierres de plantas, exacerbados por la apertura de importaciones. La situación se agrava con despidos previos en la cementera Loma Negra y el cierre de FABI, una fábrica de bolsas que empleaba a más de cien personas. El intendente Maximiliano Wesner ha estimado que el distrito ha sufrido alrededor de 1300 despidos en total, reflejando la difícil situación económica que atraviesa la región.