Un frigorífico ubicado en la zona portuaria fue objeto de una clausura preventiva tras un operativo conjunto entre la Subsecretaría de Inspección General, la Policía Ecológica y la Gestión Ambiental MGP. La medida se tomó luego de detectar diversas irregularidades, incluyendo el uso de equipos con amoníaco sin la debida habilitación.
Marcelo Cardoso, subsecretario de Inspección General, confirmó la clausura, señalando que el establecimiento presentaba “irregularidades administrativas” y operaba equipos que empleaban amoníaco, una sustancia considerada altamente tóxica, sin contar con los permisos correspondientes. La peligrosidad del amoníaco radica en su potencial riesgo en caso de fuga, lo que podría generar una situación de emergencia con consecuencias adversas para la salud y el medio ambiente.
El operativo se llevó a cabo tras una exhaustiva inspección donde se constató el incumplimiento de las normativas vigentes en materia de seguridad e higiene industrial. La utilización de sustancias peligrosas, como el amoníaco, requiere de estrictos protocolos y medidas de seguridad para prevenir accidentes y proteger a los trabajadores y a la comunidad circundante.
Las actuaciones correspondientes fueron elevadas a los Juzgados de Faltas, donde se determinarán las sanciones y medidas correctivas que deberá implementar el frigorífico para subsanar las irregularidades detectadas y garantizar el cumplimiento de las normativas. La clausura preventiva permanecerá vigente hasta que se resuelvan las deficiencias y se obtengan las habilitaciones necesarias para operar de manera segura.
Este tipo de operativos son fundamentales para asegurar el cumplimiento de las leyes y regulaciones, protegiendo la salud pública y el medio ambiente de posibles riesgos derivados de actividades industriales que involucran el manejo de sustancias peligrosas. La colaboración entre diferentes organismos gubernamentales es clave para garantizar la eficacia de estas acciones de control y fiscalización.