La justicia ha dictado sentencia condenatoria a Walter Ezequiel Gil, de 25 años, a cadena perpetua por su responsabilidad en el secuestro, tortura y posterior asesinato de Santiago Aguilera, un joven de 18 años, en un caso que conmocionó a la ciudad de Villa Dolores, Córdoba, en agosto de 2022. Además, un cómplice, de apellido Ramírez, fue sentenciado a cuatro años de prisión por el delito de encubrimiento.
El trasfondo de este crimen atroz revela una escalofriante premeditación. Carlos Aguilera, padre de la víctima, era propietario de un próspero corralón de materiales en la región de Traslasierra. Walter Ezequiel Gil, empleado del establecimiento, orquestó el secuestro con la intención de extorsionar a la familia Aguilera, según declaró el abogado querellante, Alejandro Dragotto.
Santiago, quien recientemente se había incorporado al negocio familiar, fue abordado por Gil, quien, según las investigaciones, se ganó su confianza simulando una amistad. Aprovechándose de esta cercanía, Gil obtuvo información sobre los movimientos de Santiago y lo atrajo a una trampa el 16 de agosto de 2022, utilizando un automóvil Peugeot 405.
Lo que siguió fue un calvario inimaginable para el joven Aguilera. Durante cuatro días, permaneció cautivo, sometido a torturas y vejaciones. El desenlace fatal ocurrió entre las 20:00 y las 22:00 del sábado 20 de agosto, cuando Gil, con saña, lo asesinó utilizando un destornillador, propinándole múltiples puñaladas en la cabeza y el pecho.
Tras cometer el brutal crimen, Gil abandonó el cuerpo sin vida de Santiago en una zona conocida como Boca de Río, donde fue descubierto por los investigadores el domingo por la mañana. La contundencia de las pruebas presentadas ante el Tribunal Oral Federal N°3 de Córdoba llevó a la condena a perpetua de Gil por el delito de secuestro extorsivo seguido de muerte.
La investigación reveló que, durante los días de la desaparición de Santiago, la familia Aguilera presentó una denuncia por averiguación de paradero, lo que condujo a la detención de Gil. Las autoridades lograron rastrear una conversación telefónica entre Gil y la víctima, lo que levantó sospechas sobre su participación en el secuestro.
El cómplice, Ramírez, fue detenido en abril de 2023. Las pesquisas determinaron que la cuenta de Gmail de Santiago Aguilera fue accedida desde un teléfono móvil ubicado en la residencia de Ramírez. Además, se comprobó que Ramírez era el autor de los mensajes extorsivos enviados a la familia, en los que exigía una suma de $7 millones para la liberación de Santiago. A pesar de su participación en el encubrimiento, Ramírez fue absuelto del cargo de secuestro seguido de muerte.