Condena por Robo Agravado: El Caso de la ‘Dormilona’ en Parque Luro

Condena por Robo Agravado: El Caso de la ‘Dormilona’ en Parque Luro

Un tribunal ha dictado sentencia en un caso que conmocionó al barrio Parque Luro. Lucía Marcela Alejandra Galli Villarruel y Lucas Nahuel García, una pareja acusada de perpetrar un violento asalto a una anciana de 88 años, han sido condenados a cuatro años y medio de prisión. La sentencia se produce tras la validación de un acuerdo de juicio abreviado, poniendo fin a una investigación que reveló detalles escalofriantes sobre la planificación y ejecución del delito.

El incidente, ocurrido en febrero del año anterior, involucró a un grupo de cuatro individuos. La madrugada del 24 de febrero de 2024, los cuatro sospechosos llegaron a una residencia ubicada en las cercanías de las calles Artigas y Juan A. Peña, utilizando un Ford Focus como vehículo de apoyo. Dos de los individuos escalaron una medianera de aproximadamente dos metros de altura y se ocultaron en el patio trasero de la vivienda. Mientras tanto, Galli y García permanecieron en el automóvil, actuando como vigías y alertando a sus cómplices de cualquier actividad sospechosa en el exterior.

La estrategia empleada por los delincuentes, conocida en el argot criminal como “dormilona”, consistía en esperar pacientemente a que la víctima saliera de su hogar. Alrededor de las ocho de la mañana, la propietaria salió al patio, momento en que fue sorprendida por los asaltantes que emergieron de su escondite. Los individuos, actuando con violencia, amenazaron a la anciana y le exigieron la entrega de dinero y objetos de valor. Finalmente, lograron escapar con un botín que incluía 150 mil pesos, una alianza de oro, una gorra militar y un teléfono móvil de la marca Samsung.

La investigación, liderada por el fiscal Mariano Moyano, reveló que los asaltantes mantenían comunicación constante con Galli y García, quienes los informaban sobre la situación en el exterior y les indicaban las rutas de escape. Las comunicaciones interceptadas durante la investigación mostraron la meticulosa planificación del robo y la participación activa de todos los miembros del grupo.

Durante el asalto, los delincuentes, que se cubrían el rostro con capuchas, se dirigieron a la víctima con extrema agresividad, exigiendo la entrega de dinero en efectivo y divisas extranjeras. Frases como “Dónde está la plata vieja de mierda” y “dónde están los dólares porque este se pone loco”, quedaron grabadas en la memoria de la víctima, quien las relató a las autoridades policiales.

Las grabaciones de las cámaras de seguridad, que captaron al Ford Focus utilizado por los delincuentes, fueron cruciales para identificar a Galli como la conductora del vehículo. Las autoridades determinaron que Galli había adquirido el automóvil en noviembre de 2023.

El allanamiento de la residencia de Galli permitió a la policía recuperar el vehículo utilizado en el asalto y parte de los objetos robados. El análisis del teléfono móvil de la mujer reveló que el robo no fue un acto impulsivo, sino un plan cuidadosamente elaborado que requería la participación de varios individuos. Las comunicaciones y declaraciones recopiladas durante la investigación confirmaron la participación de Lucas Nahuel García, quien conocía a Galli desde hacía ocho años.

En la sentencia, el tribunal desestimó cualquier atenuante a favor de los acusados, resaltando la gravedad del delito, la vulnerabilidad de la víctima y la nocturnidad del asalto. La reincidencia de García también fue considerada un factor agravante.

Lucía Marcela Alejandra Galli Villarruel fue declarada coautora penalmente responsable del delito de robo agravado por haberse cometido en poblado y en banda, con escalamiento y por el uso de documento público falso. Además de la pena de cuatro años de prisión por el robo, se le impuso una pena adicional por el uso de un carnet de conducir apócrifo, lo que resultó en una pena única de cinco años y ocho meses de prisión.

Lucas Nahuel García fue hallado coautor penalmente responsable del delito de robo agravado por haberse cometido en poblado y en banda y por haber mediado escalamiento, siendo condenado a la pena de cuatro años y seis meses de prisión. Se lo declaró reincidente, lo que agrava su situación legal.