Después de permanecer prófugo durante más de tres semanas, Hugo Villarreal, el hombre acusado de disparar en la cara a Sergio Chávez, la nueva pareja de su ex, se entregó a las autoridades en los Tribunales. El incidente, que tuvo lugar en el barrio Nuevo Golf hace casi un mes, ha mantenido a la víctima en estado crítico y ha generado una intensa investigación.
Villarreal, de 23 años, compareció ante la fiscal Romina Díaz, acompañado de su abogado, para ofrecer su versión de los hechos. Según su declaración, el motivo que lo llevó a dirigirse a la casa ubicada en la calle 71 y Gianelli fue encontrar a sus hijos llorando y presenciar una discusión entre Chávez, de 32 años, y su ex pareja. Afirmó que su intención era proteger a sus hijos y a su ex pareja de lo que él percibía como una situación de violencia.
En su relato, Villarreal describe un confuso forcejeo con Chávez. “Él me sacó un revólver, yo estaba asustado y fue el impulso, me tiré encima y empezamos a forcejear,” declaró a la fiscal. Según su testimonio, la confrontación tuvo lugar cerca de la puerta de la vivienda, posiblemente en el patio exterior. El acusado insiste en que los recuerdos del incidente son fragmentados y poco claros.
Villarreal alega que durante el forcejeo ambos cayeron al suelo. Fue entonces cuando, según su versión, observó que Chávez sangraba. Acto seguido, se levantó, recogió a sus hijos y abandonó el lugar en la motocicleta en la que había llegado. Un elemento clave de su declaración es su afirmación de que un arma cayó al suelo durante la pelea, pero niega haberla recogido o disparado. “Yo en ningún momento le disparé, o sea no recuerdo bien, ¿pero cómo voy a dispararle?”, declaró, sembrando dudas sobre su participación directa en el disparo.
La realidad, sin embargo, es que Sergio Chávez sufrió una grave herida de bala en el rostro, que además perforó un pulmón. Como consecuencia de la gravedad de la lesión, Chávez fue sedado y conectado a un respirador. Actualmente, permanece internado en el área de cuidados intensivos del Hospital Interzonal General de Agudos (Higa) desde hace 25 días, luchando por su vida.
El incidente no solo ha tenido consecuencias físicas devastadoras para la víctima, sino que también generó tensiones y amenazas entre las familias involucradas. Tras el tiroteo, la policía local implementó medidas preventivas para evitar incidentes mayores. Villarreal justificó su fuga argumentando que temía por su seguridad debido a las amenazas recibidas.
La declaración de Villarreal plantea interrogantes sobre lo ocurrido. Su versión de los hechos, caracterizada por la negación y la falta de recuerdos precisos, contrasta con la evidencia de la grave herida sufrida por Chávez. La fiscal Romina Díaz tendrá la tarea de investigar a fondo el caso, analizar las pruebas disponibles y determinar la veracidad del relato del acusado. La causa está caratulada como homicidio en grado de tentativa, lo que implica que Villarreal podría enfrentar una severa condena si es hallado culpable.
El caso continúa generando conmoción en la comunidad. La incertidumbre sobre lo que realmente sucedió en la casa de la calle 71 y Gianelli, sumada a la gravedad del estado de salud de Sergio Chávez, mantienen la atención pública sobre este trágico suceso. La investigación judicial deberá esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades correspondientes.