La situación de los más de 30 trabajadores despedidos de la empresa pesquera Apolo Fish S.A. ha escalado, llevando a los afectados a manifestarse directamente en la sede local del Ministerio de Trabajo de la Provincia. Esta acción se presenta como un último recurso ante la falta de respuestas y soluciones concretas a su situación laboral.
Alberto, uno de los trabajadores damnificados y vocero del grupo, expresó a los medios locales la frustración y desesperación que sienten: “Estamos buscando que nos den una solución porque ya estamos cansados de esto”. El reclamo, que se inició a mediados de mayo, ha sumido a las familias en una incertidumbre económica, especialmente durante los meses de invierno.
La historia de estos trabajadores está marcada por la adversidad. A la pérdida de sus empleos se suman meses de silencio por parte de la empresa y la frustración de tres audiencias fallidas en el Ministerio de Trabajo. La falta de comunicación y la ausencia de explicaciones por parte de los dueños de Apolo Fish han exacerbado la angustia de los despedidos.
Ante la falta de respuestas, los trabajadores decidieron llevar su reclamo directamente a las autoridades. “Fuimos casa por casa a golpear puertas y no tuvimos soluciones, por eso vinimos a buscarlas acá. La patronal no dio la cara ni explicó el porqué de los despidos”, declaró Alberto, reflejando la sensación de abandono que sienten.
La movilización rindió frutos, al menos en lo inmediato. Los trabajadores lograron reunirse con Daniel Buccico, delegado ministerial, quien se comprometió a elevar el reclamo a las autoridades provinciales y a convocar una nueva instancia de negociación con los representantes legales de la empresa Apolo Fish.
La situación laboral de estos trabajadores se agrava por las circunstancias en las que se produjeron los despidos. Según denuncian, fueron despedidos bajo causas inventadas, basadas en una reforma laboral que nunca se concretó. “Nos despidieron con causas inventadas, luego de que se basaran en la reforma laboral que no sucedió. Estamos sin trabajo y sin terminar de cobrar la quincena que teníamos ganada”, lamentó uno de los exempleados.
Si bien la empresa permanece clausurada, los manifestantes señalan que un allegado al dueño de Apolo Fish visita frecuentemente las instalaciones. Sin embargo, los intentos por obtener respuestas a través de esta vía han sido infructuosos, dejando la vía administrativa como el único camino viable para buscar una solución a su situación.
La crisis en Apolo Fish no es un caso aislado en el sector pesquero local. Este hecho se suma a una serie de despidos y suspensiones que han afectado a cientos de trabajadores en el puerto, generando preocupación y alarma en la comunidad. La situación exige una pronta y efectiva intervención de las autoridades para garantizar los derechos laborales y brindar soluciones a las familias afectadas.
El futuro de estos trabajadores y sus familias pende de un hilo, a la espera de los resultados de la nueva audiencia y la voluntad de la empresa para llegar a un acuerdo justo. La comunidad observa con atención el desarrollo de este conflicto laboral, que pone de manifiesto la vulnerabilidad de los trabajadores y la necesidad de un mayor control y protección por parte de las autoridades.