Una conversación inesperada surgió en las redes sociales cuando el intendente de General Pueyrredon, Guillermo Montenegro, respondió a una sugerencia del reconocido empresario cárnico Alberto Samid sobre cómo realzar la rambla de Mar del Plata. La rambla, actualmente bajo jurisdicción provincial, ha sido objeto de debate sobre cómo mejorar su atractivo y significado para los marplatenses.
Samid, quien también fuera diputado provincial, propuso en su cuenta de X (anteriormente Twitter) que los ciudadanos de Mar del Plata deberían tener la oportunidad de definir una imagen o símbolo distintivo para la rambla. Inspirándose en el paseo marítimo de Copacabana en Río de Janeiro, donde las aceras exhiben un diseño característico, Samid sugirió que un motivo alusivo a la ciudad podría revitalizar el espacio público. En su publicación, Samid expresó: “La rambla de Mar del Plata merece renovación y puesta en valor… Estaría bueno que hagan como en Río de Janeiro que las veredas de Copacabana tienen un distintivo. Un dibujo alusivo a la ciudad”.
Sin embargo, la propuesta de Samid incluyó una crítica directa a la gestión de Montenegro, sugiriendo que la iniciativa no debería depender del intendente. Esta declaración generó una rápida réplica por parte de Montenegro, quien utilizó la misma plataforma para responder.
Montenegro recordó un incidente anterior en el que se pintó la imagen del expresidente Néstor Kirchner en las veredas durante la pandemia, señalando la controversia que generó. En su respuesta, Montenegro enfatizó dos puntos clave: “1. La Rambla es un territorio provincial, un pedazo en el medio de Mar del Plata gobernado por Axel Kicillof. 2. Ya intentaron hacer arte en las veredas cuando pintaron la cara de Néstor. No sé cuál de las dos verdades es más ridícula y perjudicial para los marplatenses”. Con este comentario, el intendente buscó resaltar que la responsabilidad sobre la rambla recae en la administración provincial y cuestionó la viabilidad de iniciativas similares en el futuro.
La respuesta de Montenegro desató un nuevo intercambio entre ambos personajes. Samid respondió al comentario de Montenegro, generando aún más controversia en la discusión pública.
Este cruce de opiniones pone de manifiesto la complejidad de la gestión de los espacios públicos en Mar del Plata, donde confluyen intereses municipales y provinciales. La rambla, como uno de los símbolos más emblemáticos de la ciudad, se convierte en un escenario de debate político y social. La discusión entre Montenegro y Samid refleja diferentes visiones sobre cómo revitalizar este espacio y fortalecer su identidad para los marplatenses.
El debate sobre la rambla y su posible renovación sigue abierto, y la participación ciudadana se presenta como un factor crucial para definir el futuro de este importante espacio público. La propuesta de Samid, aunque criticada por Montenegro, ha logrado poner en el centro de la discusión la necesidad de revitalizar la rambla y dotarla de una identidad propia que refleje el espíritu de Mar del Plata.
Queda por ver si este intercambio de opiniones en las redes sociales se traducirá en acciones concretas para mejorar la rambla y convertirla en un espacio aún más atractivo y significativo para los habitantes y visitantes de la ciudad.