Detenido en Control de Rutina Conducía Camioneta Robada Desde 2016

En un operativo de control vehicular que, aparentemente, era uno más del montón, las autoridades policiales desarticularon una situación que se remonta a varios años atrás. Un hombre de 26 años fue detenido mientras conducía una camioneta Volkswagen Amarok que figuraba con un pedido de secuestro activo desde el año 2016.

El incidente tuvo lugar en la intersección de las calles Tripulantes del Fournier y Pescadores, donde personal de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI), específicamente integrantes del Gabinete de Automotores, interceptaron la camioneta durante un control de rutina. Al verificar los datos del vehículo, confirmaron que existía una orden de secuestro vigente desde mayo de 2016, originada en una causa por robo radicada en la localidad de Lomas de Zamora.

La situación plantea interrogantes sobre cómo un vehículo robado hace casi una década pudo circular sin ser detectado durante tanto tiempo. La eficiencia de los controles vehiculares y la coordinación entre las diferentes fuerzas policiales son aspectos que, sin duda, se pondrán bajo la lupa a partir de este caso.

Tras la confirmación del pedido de secuestro, la Oficina contra el Delito a la Propiedad Automotor (ODEPA) tomó cartas en el asunto. Se dispuso de inmediato el secuestro de la camioneta Amarok, la cual quedó a disposición de la justicia para las pericias correspondientes. Además, se incautaron dos teléfonos celulares que portaba el conductor al momento de la detención. Estos dispositivos serán analizados en busca de información relevante que pueda aportar a la investigación, como posibles contactos o comunicaciones relacionadas con el robo del vehículo.

El fiscal Joaquín Morán, a cargo de la investigación, imputó al detenido por el delito de encubrimiento. Sin embargo, a pesar de la gravedad del hecho, el fiscal dispuso la liberación del imputado, amparándose en el artículo 161 del Código de Procedimiento Penal. Esta decisión podría generar controversia, considerando que el hombre conducía un vehículo robado y que el encubrimiento es un delito que atenta contra la administración de justicia.

La liberación del imputado no implica el cierre del caso. La investigación continúa con el objetivo de determinar cómo la camioneta robada llegó a manos del detenido y si este tuvo participación directa en el robo o si simplemente actuó como receptor del vehículo. La información que se obtenga de los teléfonos celulares secuestrados será crucial para esclarecer estos interrogantes.

Este incidente pone de manifiesto la persistencia del delito de robo de automotores y la necesidad de fortalecer los mecanismos de control y prevención. La colaboración entre las diferentes fuerzas policiales, la implementación de tecnologías de identificación vehicular y la concientización ciudadana son herramientas fundamentales para combatir este flagelo y garantizar la seguridad de los ciudadanos.

El caso de la Amarok robada también sirve como recordatorio de la importancia de verificar la procedencia de los vehículos antes de adquirirlos, especialmente en el mercado de segunda mano. Solicitar informes de dominio, realizar peritajes técnicos y consultar con profesionales del sector son medidas preventivas que pueden evitar sorpresas desagradables y proteger el patrimonio de los compradores.