La compra de una motocicleta entre vecinos, lo que comenzó como un trato amistoso, se transformó en un conflicto escalofriante que culminó con amenazas de muerte y la intervención policial. Un hombre de 42 años fue aprehendido tras amenazar a su vecino con un arma de fuego debido a una deuda pendiente por la compra de una motocicleta realizada hace aproximadamente tres meses y medio.
El incidente, que sembró el temor en el vecindario, derivó en un allanamiento en la residencia del agresor, donde las autoridades encontraron una bolsa conteniendo marihuana. A pesar de la gravedad de las amenazas y el hallazgo de la sustancia ilícita, el individuo no fue detenido, aunque se le impuso una orden de restricción de acercamiento hacia el denunciante y su familia, buscando así garantizar su seguridad.
Según la denuncia presentada por la víctima, un hombre de 37 años, el lunes pasado el deudor lo contactó a través de mensajes de WhatsApp, profiriendo amenazas explícitas y violentas, acompañadas de golpes en la pared medianera que divide sus propiedades. Las amenazas escalaron rápidamente, llegando al punto en que el agresor, visiblemente alterado, gritó: “Te voy a cagar a tiros” y “sacá las cámaras, pedófilo, que apuntas a mis hijas”, todo esto mientras empuñaba un arma de fuego, según el relato de las autoridades policiales.
Ante la gravedad de la situación y con la autorización judicial correspondiente, efectivos de las comisarías decimoquinta, séptima y novena llevaron a cabo un allanamiento en la vivienda del imputado, ubicada en la calle Isla Trinidad al 1200. Durante el operativo, lograron aprehender al hombre y confiscar la bolsa con marihuana, elementos que fueron incorporados a la investigación en curso.
La Oficina de Composición Temprana de Conflictos Penales intervino en el caso, imputando al sujeto por el delito de amenazas calificadas. Como medida cautelar, se dictaminó una restricción de acercamiento para proteger al denunciante y a su grupo familiar, buscando evitar cualquier nuevo episodio de violencia o intimidación. Sin embargo, las autoridades optaron por no privar al imputado de su libertad, al menos por el momento, mientras se avanza en la investigación y se evalúan las pruebas recabadas.
Este incidente pone de manifiesto cómo una simple transacción comercial puede degenerar en un conflicto violento con consecuencias legales. Las autoridades hacen un llamado a la resolución pacífica de conflictos y recuerdan la importancia de denunciar cualquier amenaza o acto de violencia para garantizar la seguridad y el bienestar de la comunidad.
El caso continúa bajo investigación, y se espera que en los próximos días se definan los pasos a seguir en el proceso judicial. La comunidad local se mantiene atenta al desarrollo de los acontecimientos, esperando que se haga justicia y se restablezca la tranquilidad en el vecindario.