Una tarde que prometía serena en la emblemática playa Bristol de Mar del Plata se tornó en una dolorosa tragedia. Una mujer, cuya edad superaba los 60 años, falleció repentinamente mientras disfrutaba de un paseo junto a su esposo por una de las escolleras más concurridas de la ciudad.
El lamentable suceso tuvo lugar alrededor de las 16:15 horas, en la intersección de la avenida Patricio Peralta Ramos y la calle San Martín, un punto neurálgico y de gran afluencia turística. Según relatos de testigos presenciales, la mujer se descompensó de manera abrupta, perdiendo el conocimiento y cesando su respiración en cuestión de instantes. La escena, cargada de angustia, movilizó de inmediato a los presentes, quienes no dudaron en alertar a los servicios de emergencia.
Ante la llamada de auxilio, una unidad móvil de emergencias se desplazó con celeridad hasta el lugar del incidente. A su llegada, los profesionales de la salud se encontraron con una situación crítica: la mujer no presentaba signos vitales. Sin dilación, iniciaron las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP), aplicando protocolos de emergencia con la esperanza de revertir el cuadro clínico. Sin embargo, pese a los esfuerzos denodados del equipo médico, la mujer no respondió a las maniobras y su fallecimiento fue confirmado en el mismo lugar, sumiendo en la consternación a su esposo y a quienes presenciaron la escena.
La noticia del trágico suceso se propagó rápidamente, generando un hondo pesar en la comunidad marplatense. El área fue acordonada para facilitar el trabajo de los peritos de la Policía Científica, quienes se abocaron a la tarea de recabar pruebas y realizar las pericias correspondientes. El objetivo principal de la investigación es determinar con precisión las causas que desencadenaron el fatal desenlace. Se espera que los resultados de los análisis forenses arrojen luz sobre los factores que contribuyeron a la descompensación repentina de la mujer.
Este lamentable incidente sirve como recordatorio de la fragilidad de la vida y de la importancia de valorar cada momento. La playa Bristol, un escenario emblemático de la ciudad, se vio empañada por la tristeza y el dolor. La comunidad local se une en el duelo y ofrece sus condolencias a los familiares y amigos de la víctima en este difícil momento.
Las autoridades competentes continuarán investigando las circunstancias del fallecimiento, mientras que la ciudad de Mar del Plata lamenta la pérdida de una vida en un entorno que, paradójicamente, evoca la alegría y el disfrute.