En un país donde la incertidumbre económica se ha convertido en una constante, las voces de los jubilados, uno de los sectores más vulnerables, resuenan con fuerza. Recientemente, un jubilado de Mar del Plata, con la crudeza que otorga la experiencia, ofreció un testimonio impactante sobre su precaria situación económica y sus críticas al gobierno actual durante una entrevista en vivo en el canal de noticias C5N.
Su relato, lejos de ser un caso aislado, pinta un cuadro sombrío de la realidad que enfrentan muchos adultos mayores en Argentina. Con una franqueza desarmante, el hombre confesó: “El día cuatro o cinco estoy pidiendo fiado”. Esta frase, lapidaria y directa, revela la angustia de quien ve cómo sus ingresos se desvanecen a los pocos días de cobrarlos, obligándolo a recurrir a la benevolencia de los comerciantes locales para subsistir.
La indignación del jubilado no se limitó a describir su situación personal. En un llamado a la reflexión de cara a las próximas elecciones, cuestionó duramente las políticas económicas del gobierno. “Le pegan a los jubilados, se meten con los discapacitados, con las universidades, con los hospitales”, denunció, evidenciando su preocupación por el impacto de las medidas gubernamentales en los sectores más desprotegidos de la sociedad.
Su crítica se extendió a la política exterior, rechazando la supuesta sumisión a intereses extranjeros. “Ahora le tenemos que lamer el traste a este Trump, pero qué nos importa a nosotros Estados Unidos, si somos argentinos”, exclamó, defendiendo la soberanía nacional y la necesidad de priorizar las necesidades internas.
El presidente Javier Milei fue blanco de sus críticas directas. “Milei, por favor, dejá de pasear, de hacerte el payaso, mostrando show, tocando con tu banda de delincuentes, porque son todos delincuentes”, sentenció, reflejando un sentimiento de frustración y descontento con la gestión actual.
El ministro de Economía, Toto Caputo, tampoco escapó a sus reproches. “El Toto Caputo dice que el dólar flota. ¿Qué flota? No flota nada, flota que los argentinos nos estamos muriendo de hambre”, ironizó, denunciando la desconexión entre el discurso oficial y la cruda realidad que viven muchos ciudadanos.
El jubilado también dirigió su mirada hacia los gremios y la clase política en general, exigiendo mayor compromiso y representación de los intereses del pueblo. “¿La CGT dónde está? ¿Dónde está la gente que defiende a los obreros? Están escondidos. Los senadores, los diputados, defiendan a la gente que los vota, no se vendan por nada”, clamó, instando a la acción y a la defensa de los derechos de los trabajadores.
Finalmente, advirtió sobre los peligros que acechan al país, especialmente en lo que respecta a la explotación de los recursos naturales. “Cada provincia la gobierna su gobernador, no los Estados Unidos. Milei, se cree que tiene un billete de lotería y va rifando todas las provincias. Vienen por el agua, por el litio, por las riquezas argentinas, señores”, alertó, expresando su temor a la pérdida de la soberanía y el control sobre los recursos estratégicos del país.
El testimonio de este jubilado marplatense es un grito desesperado que refleja la difícil situación que atraviesan muchos argentinos. Su voz, cargada de angustia e indignación, sirve como un llamado de atención sobre la necesidad de políticas que protejan a los más vulnerables y garanticen un futuro digno para todos.