El destino del policía involucrado en la muerte de un maratonista en Mar del Plata está en manos de la justicia

A dos años de un trágico incidente que cobró la vida de un maratonista en Mar del Plata, la justicia se encuentra en un punto crucial para determinar la responsabilidad del oficial de policía involucrado. El caso, que involucra una persecución policial que culminó con el choque fatal entre una motocicleta y un patrullero, ha generado un debate legal sobre la actuación del oficial y las circunstancias que llevaron al fatal desenlace.

El Juzgado de Garantías N°3 tiene la difícil tarea de decidir si confirma el sobreseimiento solicitado por la defensa y la fiscalía, o si, por el contrario, eleva la causa a juicio, como lo exige el abogado de la familia de la víctima, José Ignacio Sallago. La decisión judicial marcará un precedente importante en la evaluación de la responsabilidad policial en situaciones de persecución y el equilibrio entre el cumplimiento del deber y la seguridad ciudadana.

Según fuentes judiciales, la fiscalía de Delitos Culposos solicitó el sobreseimiento de Víctor García, el conductor del patrullero, el 28 de agosto pasado. Esta solicitud fue respaldada posteriormente por la Fiscalía General el 28 de abril de este año. Sin embargo, el abogado de la familia Sallago se opuso firmemente a esta petición, solicitando la elevación de la causa a juicio el 14 de mayo. El abogado defensor del policía, Martin Bernat, respondió a esta solicitud dos semanas después, insistiendo en el sobreseimiento ante el Juzgado a cargo de la jueza Rosa Frende.

La defensa de García argumenta que el oficial actuó en cumplimiento de su deber, con el único objetivo de detener a una persona que huía de la policía, respondiendo a las solicitudes de refuerzos de otros patrulleros que participaban en la persecución. En este sentido, Bernat enfatizó que la discusión no se centra en la calidad moral de la víctima, sino en el hecho de que Sallago, al huir a alta velocidad por el centro de la ciudad, cruzando semáforos en rojo y pasos peatonales, asumió el riesgo de provocar su propia muerte o la de terceros.

Los informes periciales revelan detalles cruciales sobre el momento del impacto. La camioneta Nissan Frontier perteneciente a la comisaría segunda se encontraba detenida cuando fue impactada por la moto Rouser NS-200 conducida por Sallago, que circulaba a una velocidad de 92 kilómetros por hora. El informe también señala que Sallago no realizó maniobras evasivas ni intentó cambiar la trayectoria antes del choque.

José Ignacio Sallago, de 33 años y oriundo de Bahía Blanca, era un apasionado del atletismo y miembro del equipo runner JM Corredores. Su trágica muerte conmocionó a la comunidad deportiva local, y sus compañeros lo despidieron con emotivas palabras en las redes sociales, destacando su compromiso y dedicación al deporte.

La decisión del Juzgado de Garantías N°3 será fundamental para esclarecer las circunstancias de este lamentable suceso y determinar si la actuación del oficial de policía se ajustó a los protocolos y normativas vigentes. El caso plantea interrogantes sobre los límites de la persecución policial, la proporcionalidad en el uso de la fuerza y la responsabilidad de los agentes en la protección de la vida y la integridad física de los ciudadanos. La resolución judicial marcará un precedente importante en la jurisprudencia local y sentará las bases para futuras actuaciones policiales en situaciones similares.