La adaptación televisiva de El Eternauta, la icónica novela gráfica argentina de Héctor Germán Oesterheld, ha trascendido fronteras, cosechando elogios a nivel global y consolidándose como una de las series más aclamadas del año. La producción, dirigida por Bruno Stagnaro y protagonizada por Ricardo Darín, ha capturado la atención tanto de la crítica especializada como del público en general, situándose en el centro de la conversación cultural.
Recientemente, The Guardian, prestigioso diario británico, incluyó a El Eternauta en su selección de las mejores series televisivas estrenadas en la primera mitad de 2025. Esta lista, elaborada a partir de las opiniones y preferencias de los lectores, destaca la calidad y el impacto de la serie argentina, ubicándola junto a otras producciones de renombre internacional.
La resonancia de El Eternauta no se limita a la crítica. La serie ha alcanzado una notable popularidad en plataformas de streaming, situándose entre las producciones más vistas a nivel mundial en Netflix. Su éxito se manifiesta en el primer puesto del segmento de habla no inglesa en 24 países, y su inclusión en el top ten en 87 países.
Uno de los aspectos más destacados por los críticos es la fidelidad de la adaptación a la esencia de la obra original. La serie logra capturar la atmósfera distópica y la carga simbólica que caracterizan a El Eternauta, al tiempo que introduce elementos contemporáneos que la hacen relevante para el público actual. La dirección de Stagnaro y la interpretación de Darín han sido particularmente elogiadas por su capacidad para transmitir la angustia y el heroísmo del protagonista, Juan Salvo.
“Es maravilloso ver cómo cobra vida este clásico de la novela gráfica de Héctor Germán Oesterheld”, comentó uno de los críticos de The Guardian. “No conocía mucho sobre la obra cultural argentina, salvo la composición de Ariel Ramírez, Misa Criolla (parte de la cual se utiliza aquí con un efecto electrizante), y esta serie me hizo querer saber más sobre el país, su gente y sus luchas en el siglo pasado”.
Esta reflexión subraya uno de los méritos de la serie: su capacidad para despertar el interés por la cultura y la historia argentina. El Eternauta, ambientada en una Buenos Aires invadida por una nevada mortal, refleja las tensiones sociales y políticas de la Argentina del siglo XX, al tiempo que plantea interrogantes universales sobre la condición humana y la resistencia frente a la opresión.
La serie también ha generado debate sobre la vigencia de la obra original. Como señala otro crítico: “Dicen que la ciencia ficción es un análisis de la época en que se escribe, y esta historia, publicada originalmente en la década de 1950, ha sido traída al siglo XXI de una manera que invita a la reflexión”. La adaptación televisiva ha logrado actualizar los temas y las preocupaciones planteadas por Oesterheld, conectando con las inquietudes del público contemporáneo.
La inclusión de El Eternauta en la lista de las mejores series del año por The Guardian es un reconocimiento a la calidad y el impacto de la producción argentina. Su éxito a nivel global demuestra que las historias locales, cuando son contadas con talento y pasión, pueden trascender fronteras y conectar con audiencias de todo el mundo. El Eternauta se ha convertido en un embajador de la cultura argentina, despertando el interés por su historia, su gente y sus luchas.