Conmemorando el Día Mundial del Accidente Cerebrovascular (ACV), el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) Dr. Oscar Alende ha redoblado sus esfuerzos en la capacitación interna de su personal. Esta iniciativa subraya la importancia crítica de una respuesta rápida y coordinada ante esta emergencia neurológica, reconociendo que cada segundo cuenta para minimizar el daño y salvar vidas.
Más allá de las campañas de concientización dirigidas al público, el hospital ha priorizado el fortalecimiento de la capacidad de respuesta interna. Para ello, se han implementado jornadas intensivas de capacitación, diseñadas como “charlas rotativas”, dirigidas a médicos, enfermeros y personal administrativo, tanto del Hospital Alende como de la Unidad de Pronta Atención (UPA).
El ACV representa una de las principales causas de discapacidad a nivel mundial y la segunda causa de muerte. En este contexto, el objetivo principal de estas jornadas internas es asegurar que cada miembro del personal hospitalario, independientemente de su rol, esté capacitado para identificar de manera temprana los signos de un ACV y activar de forma eficiente el protocolo de atención rápida.
Las charlas, con una duración de 45 minutos, abordan aspectos fundamentales del manejo agudo del ACV. Entre los temas clave se incluyen:
- Reconocimiento Inmediato: Se instruye al personal sobre los signos y síntomas más comunes de un ACV, enfatizando la importancia de la escala FAST (Face, Arms, Speech, Time), una herramienta mnemotécnica que facilita la identificación rápida de los síntomas y la necesidad de actuar con presteza. Esta escala es crucial tanto en el triage como en la guardia.
- Circuito Hospitalario: Se explica detalladamente el procedimiento de activación del “Código ACV”, especificando los roles y las acciones inmediatas que debe llevar a cabo cada miembro del equipo, desde el momento en que el paciente ingresa al hospital hasta su evaluación neurológica completa.
- Tiempos Críticos y Tratamiento: Se refuerzan los conceptos de ventana terapéutica para la trombólisis (un tratamiento que busca disolver el coágulo que obstruye el flujo sanguíneo en el cerebro en casos de ACV isquémico) y los criterios para la trombectomía, un procedimiento más invasivo que consiste en la extracción mecánica del coágulo. Ambos tratamientos requieren una coordinación intrahospitalaria precisa y rápida.
Si bien el enfoque principal del hospital se centra en la capacitación interna, el Servicio de Neurología del Alende destaca que la primera línea de defensa contra el ACV reside en la comunidad. La prevención, a través del control de factores de riesgo como la hipertensión arterial, la diabetes, el tabaquismo y el sedentarismo, es fundamental. Sin embargo, en situaciones de emergencia, la acción de los ciudadanos es crucial.
Es vital que la población sea capaz de reconocer los síntomas de un ACV, como la debilidad repentina en un lado del cuerpo, la dificultad para hablar o entender, y la asimetría facial (como la caída de la boca o el párpado). Ante la sospecha de un ACV, es imprescindible llamar inmediatamente al servicio de emergencias médicas, informando con claridad los síntomas observados y la hora exacta en que comenzaron. La demora puede tener consecuencias devastadoras. Cada minuto perdido esperando una mejoría en casa puede marcar la diferencia entre una recuperación completa y una discapacidad severa.
Además, el sábado 1 de noviembre se llevó a cabo una jornada de concientización sobre el Accidente Cerebrovascular en la Plaza España. El objetivo de este evento fue acercar información relevante sobre esta patología a la comunidad, promoviendo la prevención y la detección temprana.
La intensificación de la capacitación interna en el Higa Alende refleja el compromiso del servicio de neurología con la mejora continua de la atención al paciente con ACV. Al preparar a su personal para responder de manera rápida y efectiva, el hospital busca garantizar una atención de máxima calidad en los minutos cruciales que definen el pronóstico de esta emergencia neurológica.