El “Retrato de una Dama” Robado por los Nazis: Reacciones de las Herederas y el Misterio en Mar del Plata

La historia del “Retrato de una Dama” de Giuseppe Ghislandi, una obra de arte robada durante la Segunda Guerra Mundial, ha tomado un nuevo giro tras su reciente localización en Mar del Plata, Argentina. La búsqueda, que parecía haber llegado a su fin, ha revelado no solo el posible paradero de la pintura, sino también las reacciones de las herederas de las familias involucradas: la familia Goudstikker, propietaria original de la galería de arte, y la familia Kadgien, vinculada al régimen nazi.

Tras la confirmación de que el cuadro podría encontrarse en una residencia del barrio Parque Luro de Mar del Plata, y el posterior allanamiento que, si bien no halló la obra en sí, sí reveló otros objetos desaparecidos durante la guerra, las herederas han expresado posturas firmes respecto al caso.

La Heredera Goudstikker: Una Búsqueda Incansable

Marei von Saher, nuera del galerista judío Jacqes Goudstikker y única heredera de su extensa colección de arte, ha manifestado su determinación inquebrantable. En declaraciones al diario neerlandés AD, afirmó: “No me he rendido hasta el día de hoy”. Von Saher enfatizó que el objetivo primordial de su familia es recuperar todas las obras de arte robadas de la colección Goudstikker y restaurar el legado de Jacques, quien falleciera trágicamente mientras huía de la persecución nazi.

La Hija del Jerarca Nazi: Silencio y Cambios de Identidad

Por otro lado, Patricia Kadgien, hija del financista nazi Friedrich Kadgien y propietaria de la vivienda en Mar del Plata donde se vio por última vez el “Retrato de una Dama”, ha optado por una estrategia de silencio. Tras los intentos de contacto, Kadgien restringió sus redes sociales y alteró su identidad en línea, adoptando su segundo nombre y apellido de casada como nueva identidad virtual. Esta actitud ha generado aún más interrogantes sobre su posible conocimiento o implicación en el caso.

Un Legado Robado: La Historia del “Retrato de una Dama”

El “Retrato de una Dama” formaba parte de la valiosa colección del galerista Jacques Goudstikker, quien murió trágicamente al caer de un barco mientras escapaba de los Países Bajos tras la invasión nazi. Su muerte dejó atrás una galería en Ámsterdam con más de 1100 obras de arte de su propiedad.

Durante la ocupación nazi, el banquero alemán Alois Mield adquirió la galería y sus activos en una operación que los herederos de Goudstikker jamás reconocieron. Posteriormente, el mariscal del Reich Hermann Göring y otros altos funcionarios nazis se apropiaron de numerosas obras de arte de la colección, pagando por ellas un precio muy inferior al real.

Documentos oficiales revelan que Friedrich Kadgien, el alto funcionario alemán, llegó a poseer el “Retrato de una Dama”, una obra del pintor italiano Giuseppe Ghislandi (1655-1743), cuyo valor actual se desconoce.

La Investigación Continúa

Expertos en arte y personal de la agencia de Patrimonio Cultural de los Países Bajos han confirmado que las dimensiones del cuadro recuperado en Mar del Plata coinciden con la información que poseen. No obstante, para obtener una confirmación definitiva, es necesario examinar el reverso de la pintura en busca de marcas o etiquetas que confirmen su procedencia.

El fiscal federal Carlos Martinez ha iniciado una investigación, contando con la colaboración de la Policía Federal Argentina e Interpol, con el objetivo de esclarecer el paradero del “Retrato de una Dama” y determinar las responsabilidades correspondientes en este caso que entrelaza el arte, la historia y las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial.