El Senado de la Nación convirtió en ley este jueves el proyecto que aumenta las jubilaciones un 7,2 por ciento y eleva el bono de 70 mil a 110 mil pesos que perciben el haber mínimo.
La iniciativa fue sancionada por 52 votos y 4 abstenciones, que fueron aportados por peronistas, radicales y provinciales, lo cual supera los dos tercios de los sufragios. La Libertad Avanza, el grueso del Pro y algunos legisladores provinciales decidieron ausentarse porque no reconocen la sesión.
El proyecto incorpora el 7,2% de incremento correspondiente a enero, que no había sido contemplado en el 12,5% otorgado por decreto en abril. También eleva el bono previsional, congelado hace 15 meses en $70.000, llevándolo a $110.000.
Votaron a favor los senadores de Unión por la Patria, los radicales díscolos Martín Lousteau y Pablo Blanco, la larretista Guadalupe Tagliaferri, y figuras cercanas al oficialismo como Luis Juez y Carlos “Camau” Espínola. También acompañaron la medida los radicales Eduardo Vischi y Carolina Losada, la cordobesa Alejandra Vigo, la rionegrina Mónica Silva y los santacruceños Natalia Gadano y José Carambia. Se abstuvieron los misioneros Carlos Arce y Sonia Rojas Decut, junto con los chubutenses Edith Terenzi y Andrea Cristina. Ningún senador votó en contra.
Por otra parte, el Senado aprobó la extensión de la moratoria previsional por 39 votos afirmativos, 14 negativos y una abstención. Además de los 34 senadores de UxP, acompañaron nuevamente “Camau” Espínola, Mónica Silva, Alejandra Vigo, Gadano y Carambia.
Ambas iniciativas fueron aprobadas en un clima de tensión creciente, mientras la Casa Rosada denunció la validez de la sesión y anticipó que buscará judicializarla.
La jornada estuvo signada por la interna que ventilaron la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y la vicepresidenta, Victoria Villarruel. La ex integrante del PRO y otros partidos políticos increpó públicamente a Villarruel para que se levantara del recinto y dejara de “legitimar” la sesión con su presencia. Sin embargo, la vicepresidenta se mantuvo en su rol institucional y presidió la sesión, un gesto que contradice la estrategia de desconocimiento que promueve el Ejecutivo.