La ciudad de Mar del Plata, escenario de los prestigiosos Juegos Bonaerenses, se ha visto empañada por un acto de insensibilidad que ha afectado profundamente a un joven atleta. Sergio Masanelli, de 28 años, un apasionado jugador de Boccia con parálisis cerebral, ha sufrido el robo de su valioso equipo deportivo, justo antes de su crucial participación en la competencia.
Sergio, quien ha dedicado los últimos 15 años de su vida a perfeccionar su habilidad en la Boccia, un deporte paralímpico similar a las bochas, llegó a Mar del Plata lleno de esperanza y determinación, representando a la delegación de Escobar. Sin embargo, la mañana del miércoles se encontró con una desoladora sorpresa: dos maletines que contenían sus 13 boccias, esferas especialmente diseñadas y calibradas para la competencia, habían desaparecido.
“Las boccias que me robaron son las que uso para competir y cada bocha es diferente, por su peso. Hoy me toca jugar y me van a prestar unas pero no es lo mismo. Necesito las mías”, expresó Sergio, visiblemente afectado por la pérdida. Cada una de estas esferas es única, adaptada a su estilo de juego y crucial para su desempeño en la competencia.
El robo tuvo lugar durante la madrugada, cuando los maletines se encontraban en una camioneta estacionada frente al hotel Luz y Fuerza, ubicado en la zona de Las Heras y Colón. La noticia ha generado indignación y consternación en la comunidad deportiva y entre quienes conocen la dedicación y el esfuerzo de Sergio.
Marcela, la madre de Sergio, hizo un llamado desesperado a la solidaridad ciudadana: “Lo dejaron a mi hijo sin su elemento de competencia. Y ese equipo no es fácil de conseguir. Si alguien ve los maletines, uno negro, el otro plateado, o las bochas, por favor, avisen: son 13 en total, 6 azules, 6 rojas y 1 blanca. No tienen valor de reventa”. Su angustia refleja la impotencia ante un acto que perjudica directamente el sueño de su hijo.
La Boccia, un deporte de precisión y estrategia, requiere de un equipo específico y personalizado para cada jugador. Las boccias de Sergio, cuidadosamente seleccionadas y adaptadas a lo largo de los años, son herramientas esenciales para su desempeño en la competencia. La pérdida de estas esferas no solo representa un obstáculo material, sino también un duro golpe emocional para el atleta.
Las autoridades competentes ya han sido notificadas del incidente y se encuentran investigando el caso. Sin embargo, la colaboración ciudadana es fundamental para recuperar las boccias robadas y devolverle a Sergio la oportunidad de competir en igualdad de condiciones.
Este incidente resalta la importancia de la solidaridad y el apoyo a los atletas con discapacidad, quienes a menudo enfrentan desafíos adicionales en su camino hacia el éxito deportivo. El robo de las boccias de Sergio no solo afecta su participación en los Juegos Bonaerenses, sino que también pone en riesgo su sueño paralímpico.
Cualquier persona que tenga información sobre el paradero de las boccias robadas puede comunicarse al 1138924736 o contactar a Sergio Masanelli a través de sus redes sociales. También pueden comunicarse al teléfono 3484 50-5271. La colaboración de todos es crucial para ayudar a Sergio a recuperar su equipo y continuar persiguiendo su sueño deportivo.
La comunidad espera que este acto de insensibilidad sea revertido y que Sergio pueda recuperar sus preciadas boccias, permitiéndole competir en los Juegos Bonaerenses y seguir inspirando a otros con su dedicación y espíritu deportivo.