El Tranvía en Mar del Plata: Un Viaje a Través del Tiempo
La historia del tranvía en Mar del Plata es un relato fascinante de innovación, progreso y nostalgia. A finales del siglo XIX, la ciudad balnearia experimentaba un auge urbanístico, y la necesidad de un sistema de transporte eficiente se hizo evidente. Fue así como, en 1888, se dio el primer paso para la creación de una red de tranvías, marcando un hito en la evolución de la movilidad en la ciudad.
La autorización formal llegó el 30 de abril de 1889, otorgando a los primeros concesionarios, los británicos Turner y Kidd, el permiso para establecer una ruta que conectara la Estación Ferroviaria de la Avenida América (actual Avenida Luro) con puntos clave como San Luis, San Martín, el Hotel Bristol y la propia estación. Este ambicioso proyecto pronto capturó la imaginación de los marplatenses, prometiendo una nueva era de accesibilidad y conectividad.
Con el tiempo, la concesión pasó a manos de la Sociedad Anónima Tranways, y posteriormente, en 1909, Federico Boillat asumió la responsabilidad de expandir el servicio a lo largo de la costa, llegando hasta el prestigioso Golf Club. Esta extensión no solo facilitó el acceso a nuevas áreas de la ciudad, sino que también consolidó al tranvía como un componente esencial de la vida cotidiana marplatense.
Un testimonio de la época, recogido en el periódico “El diario de Buenos Aires” en enero de 1923, destacaba la iniciativa y el apoyo brindado por figuras como Lasalle y Etcheverry, así como por las autoridades locales. El artículo celebraba el inicio del servicio de tranvías y la donación de la recaudación del primer día al Hospital Mar de Plata, un gesto que reflejaba el espíritu comunitario y el entusiasmo que rodeaba al nuevo sistema de transporte.
La electrificación del tranvía en junio de ese mismo año marcó un punto de inflexión. Con la llegada de la tecnología eléctrica, se hizo posible la creación de cuatro líneas distintas, cada una diseñada para cubrir diferentes sectores de la ciudad. Estas líneas, meticulosamente planificadas, ofrecían una amplia cobertura y conectaban barrios y puntos de interés clave.
Según la investigación del licenciado Ángel Somma, las líneas se distribuían de la siguiente manera: la línea 1 recorría desde Luro, pasando por Buenos Aires, Belgrano, el Boulevard Marítimo, hasta llegar al Faro y regresar a la Estación Ferroviaria. La línea 2 seguía un trayecto similar, pero finalizaba en el Cementerio de la Loma. La línea 3 conectaba Jara y Luro con Buenos Aires y San Martín, mientras que las líneas 4 y 5 ofrecían rutas alternativas que abarcaban puntos como Independencia, Libertad y el Boulevard Marítimo.
Es importante destacar que las tres primeras líneas operaban durante todo el año, mientras que las líneas 4 y 5 solo prestaban servicio durante la temporada alta, desde diciembre hasta el Domingo de Pascuas. La red de tranvías, con sus 19 kilómetros de vías, era servida por vehículos de origen norteamericano, equipados con faroles en el techo para iluminar el camino y dispositivos conectados a los cables de alimentación eléctrica.
El tranvía continuó siendo el principal medio de transporte público en Mar del Plata hasta la década de 1940, cuando comenzaron a surgir las primeras líneas de colectivo. Inicialmente, los colectivos complementaban al tranvía, transportando pasajeros a áreas más alejadas. Sin embargo, con el tiempo, el colectivo comenzó a ganar terreno, marcando el inicio del declive del tranvía.
Según el historiador Rubén Calomarde, el último tranvía eléctrico realizó su recorrido final a fines de enero de 1951, llegando a la terminal ubicada en Chile y Luro a las 21 horas. Este momento marcó el fin de una era, dejando tras de sí un legado imborrable en la memoria de los marplatenses.
A pesar de su desaparición, el recuerdo del tranvía persistió en la memoria colectiva de la ciudad. En 1998, el periodista Eduardo Zanoli se propuso revivir esta tradición, logrando reinstalar un tranvía en el Parque Camet. Durante varios años, los fines de semana, tanto residentes como turistas pudieron disfrutar de este atractivo turístico, recorriendo parte del perímetro del parque. Sin embargo, este proyecto llegó a su fin en 2015.
Hoy en día, a más de siete décadas de su último viaje, aún se pueden observar vestigios de las antiguas vías del tranvía en zonas como Güemes y el Parque Camet, recordándonos un pasado en el que el tranvía era un símbolo de progreso y conectividad en la ciudad de Mar del Plata.