El gobierno de la Provincia de Buenos Aires ha emitido una severa advertencia sobre el estado del turismo, calificándolo como un verdadero “desplome”. Esta preocupante situación, según las autoridades provinciales, es el resultado directo de las políticas macroeconómicas implementadas por la administración nacional liderada por Javier Milei. Las estadísticas oficiales, presentadas en un informe reciente, revelan una triple caída: en la cantidad de turistas, en los ingresos reales generados por el sector, y en el consumo general.
El ministro de Producción de la provincia, Augusto Costa, fue el encargado de presentar este informe detallado sobre la situación de la actividad productiva bonaerense. En su exposición, Costa no dudó en denunciar lo que describió como un plan de “industricidio” aplicado por el gobierno de La Libertad Avanza, señalando el grave impacto que estas políticas están teniendo en diversos sectores clave de la economía provincial.
En lo que respecta específicamente al turismo, Costa enfatizó que el “desplome del turismo en la Provincia” es una manifestación clara de las consecuencias del programa económico nacional. El turismo, según el ministro, representa la quinta actividad económica más importante de la provincia, generando un importante flujo de ingresos y beneficios para numerosas localidades. La caída en este sector, por lo tanto, tiene un efecto dominó significativo en toda la economía provincial.
Los números presentados por Costa son contundentes. Durante la última temporada de verano, la cantidad de turistas se redujo en un 6,6% en comparación con la temporada anterior, lo que se traduce en 663 mil turistas menos. Si se comparan estos datos con los de 2023, la caída es aún más pronunciada, alcanzando un millón y medio de turistas menos. Esta disminución en el número de visitantes, por supuesto, tiene un impacto directo en los ingresos y el consumo.
Las variables vinculadas al consumo muestran un panorama aún más desalentador. Según el informe, la cantidad de ingresos generados por el turismo en la provincia se redujo en un 25%, mientras que el consumo en la Costa Atlántica experimentó una caída del 20%. Estos datos se basan en el análisis de los movimientos de la Cuenta DNI y de las tarjetas de débito y crédito, lo que proporciona una visión precisa de la situación real.
“Tenemos menos turistas, menos días de estadía y menos ingresos”, lamentó Costa, subrayando que esta situación ha afectado negativamente a los municipios y a los diversos sectores económicos vinculados al turismo. Como contrapartida, el ministro señaló un “boom del turismo emisivo”, es decir, el turismo de argentinos hacia el exterior. Según los datos presentados, el turismo emisivo creció un 74,8%, con 6.384.639 argentinos viajando al exterior, mientras que el turismo receptivo (la llegada de turistas extranjeros al país) cayó un 28,1%, con 2.882.316 visitantes.
Para Costa, la explicación de este fenómeno radica en el esquema de política macroeconómica implementado a nivel nacional. En lugar de fomentar la actividad local, las políticas actuales, según el ministro, están estimulando el turismo en el exterior, convirtiendo al Estado en una “especie de agencia promotora de turismo en el exterior” en lugar de un promotor del desarrollo del turismo en Argentina.
Aunque el informe presentado por el ministro Costa no incluye datos provisorios de la temporada de invierno, el ministro de Gobierno, Carlos Bianco, adelantó que las vacaciones de invierno “están siendo muy muy malas” según la información recibida de los municipios. Esta declaración sugiere que la tendencia negativa observada durante el verano podría estar extendiéndose a otras épocas del año, lo que agrava aún más la situación del sector turístico en la provincia.