La historia de un negocio familiar recién inaugurado en Mar del Plata ha tomado un giro inesperado y angustiante. Lo que comenzó como un sueño de emprendimiento se ha visto empañado por un violento asalto a mano armada, dejando a una familia en shock y con pérdidas materiales significativas.
El incidente ocurrió en un local ubicado en la calle Arturo Alió al 800, en el barrio 9 de Julio. Los hijos de los dueños, jóvenes de 17 y 19 años, se encontraban atendiendo el negocio en ausencia de sus padres cuando fueron sorprendidos por dos delincuentes. La situación, que se desarrolló a plena luz del día, ha generado conmoción en la comunidad local.
Según relatos de testigos, uno de los asaltantes permaneció en la vereda a bordo de una moto, actuando como ‘campana’ para alertar sobre cualquier movimiento sospechoso. Mientras tanto, el otro individuo ingresó al local con un arma de fuego, amenazando a los jóvenes y a una clienta que se encontraba en el lugar. La clienta estaba preguntando por artículos de cotillón, uno de los productos que se venden en el comercio, cuando se vio envuelta en la dramática situación.
Ante la amenaza inminente, los jóvenes no tuvieron oportunidad de resistirse. Entregaron a los asaltantes la recaudación del día, computadoras y teléfonos móviles. Su principal preocupación era proteger a la clienta, quien también fue despojada de sus pertenencias. La escena, descrita como ‘de terror’, dejó a todos los presentes en un estado de shock.
“Los chorros tenían un arma con la que apuntaron a nuestros hijos y los hicieron tirar al piso”, declaró la madre de los jóvenes, visiblemente afectada por lo sucedido. El asalto ocurrió minutos después de las 3 de la tarde, en un horario de alta visibilidad y tránsito.
La familia, que había inaugurado el local hacía apenas dos meses, lamentó profundamente el incidente. Este emprendimiento representaba una expansión de su negocio, que ya contaba con una sucursal en la zona de Constitución. La ilusión de crecer y prosperar en un nuevo barrio se ha visto opacada por este violento episodio.
Yesica, la dueña del negocio, expresó su frustración y preocupación por la seguridad en la zona. El asalto no solo ha generado pérdidas económicas, sino también un profundo impacto emocional en toda la familia. A pesar de este difícil comienzo, la familia espera poder superar este obstáculo y continuar con su proyecto empresarial, contribuyendo al desarrollo económico de Mar del Plata.
Este incidente pone de manifiesto la creciente preocupación por la inseguridad en la ciudad y la vulnerabilidad de los pequeños negocios familiares. La comunidad local espera que las autoridades tomen medidas para garantizar la seguridad de los comerciantes y vecinos, y para prevenir futuros actos de violencia.