Alejandra “La Locomotora” Oliveras, la reconocida exboxeadora argentina, permanece bajo cuidados intensivos en el Hospital Cullen de Santa Fe, tras sufrir un accidente cerebrovascular (ACV) el pasado 14 de julio. La situación generó gran preocupación entre sus seguidores y en el ámbito deportivo. Días después de su ingreso, Oliveras fue sometida a una intervención quirúrgica de emergencia.
El neurocirujano Alejandro Musacchio, quien lideró el equipo médico a cargo de la operación, ofreció detalles cruciales sobre las causas que condujeron al ACV de la deportista. En declaraciones a TN, el Dr. Musacchio explicó que el accidente cerebrovascular fue consecuencia de una patología vascular preexistente y no controlada. Específicamente, Oliveras presentaba una estrechez en la arteria carótida derecha, agravada por la presencia de una placa de ateroma y calcio.
Esta condición, caracterizada por la acumulación de grasa y calcio en las paredes de la arteria carótida, provocó una reducción significativa del flujo sanguíneo hacia el cerebro. La disminución del riego sanguíneo cerebral, a su vez, desencadenó el ACV.
Ante la gravedad del cuadro, el equipo médico optó por realizar una “craniectomía descompresiva amplia”. Este procedimiento quirúrgico tiene como objetivo principal aliviar la presión intracraneal, una complicación común tras un ACV. La craniectomía descompresiva implica la remoción de una porción del cráneo para permitir que el cerebro se expanda y reducir la presión ejercida sobre el tejido cerebral.
La intervención quirúrgica a la que fue sometida Oliveras buscó, precisamente, prevenir daños adicionales en áreas vitales del sistema nervioso central, derivados de la hipertensión intracraneal. Esta medida es fundamental para minimizar las secuelas del accidente cerebrovascular y favorecer el proceso de recuperación de la paciente.
El Dr. Musacchio también señaló un aspecto importante sobre el daño causado por un infarto cerebral. Según el neurocirujano, las lesiones resultantes de un infarto cerebral son, en todos los casos, irreversibles. Esta afirmación subraya la importancia de la prevención y el control de factores de riesgo vascular, como la hipertensión arterial, el colesterol elevado y el tabaquismo, para reducir el riesgo de sufrir un ACV.
Si bien el camino hacia la recuperación de Alejandra “La Locomotora” Oliveras será largo y demandará un gran esfuerzo, el equipo médico se mantiene optimista y continúa brindándole la mejor atención posible. La comunidad deportiva y sus seguidores le envían mensajes de apoyo y aliento en este difícil momento.