Thiago Joel Franco, un joven de 16 años que sufrió graves secuelas hace más de una década tras ser atropellado por el ex campeón de TC, Eduardo “Lalo” Ramos, ha sido hospitalizado recientemente debido a un nuevo deterioro en su salud. El adolescente se encuentra internado en una clínica del macrocentro de Mar del Plata, generando gran preocupación entre sus familiares y allegados.
Rocío Dusek, la madre de Thiago, ha expresado su angustia y ha solicitado el apoyo de la comunidad a través de oraciones. En declaraciones recientes, manifestó su inquietud por el estado de salud de su hijo, quien ha enfrentado numerosos desafíos desde el trágico accidente.
Según relata Rocío, Thiago ingresó a la Clínica Pueyrredon el lunes por la tarde, aquejado de una intensa cefalea. La situación se complicó rápidamente, con una inflamación e hinchazón en la cabeza, intensificándose los dolores progresivamente. El martes, Thiago comenzó a experimentar crisis convulsivas severas, llegando a durar hasta siete minutos. A pesar de la medicación inicial, las convulsiones persistieron, requiriendo una nueva intervención farmacológica.
Tras realizarle estudios adicionales, los médicos diagnosticaron a Thiago con un “status convulsivo y migrañoso”. Ante esta situación, se ha modificado su tratamiento farmacológico y se ha consultado a su neurólogo de cabecera, el Dr. Roberto Caraballo, de Buenos Aires. No se descarta la posibilidad de trasladar a Thiago a otro centro médico si su condición no mejora. Además, se están realizando pruebas para descartar una posible infección que pudiera estar contribuyendo a su desestabilización.
Adicionalmente, debido a su problema neurológico, Thiago ha experimentado retención urinaria y requiere el uso de una sonda vesical. Los episodios de status convulsivo lo han mantenido en un estado de sedación.
La madre de Thiago ha hecho un llamado a la solidaridad, pidiendo a la comunidad que se una en oración por la pronta recuperación de su hijo. Agradece el apoyo constante que han recibido de amigos, familiares y personas solidarias, lo cual considera fundamental para seguir adelante en estos momentos difíciles. La familia permanece a la espera de los resultados de los estudios y confía en la atención médica y en la fe para superar esta nueva adversidad.