Un individuo, identificado como uno de los líderes de una organización delictiva familiar dedicada al tráfico de estupefacientes en diversos barrios de Mar del Plata, ha obtenido su libertad tras cumplir una condena de seis años impuesta por la Justicia Federal. La liberación se concretará el próximo jueves, justo un día antes de cumplirse el sexto aniversario de su arresto.
Juan Domingo Sanz, apodado “Cotón”, fue detenido en julio de 2019 durante una serie de 27 allanamientos simultáneos llevados a cabo en los barrios Camet, Constitución, Islas Malvinas y Sierra de los Padres. Durante estos operativos, las autoridades incautaron una considerable cantidad de sustancias ilícitas, incluyendo siete mil dosis de cocaína y cuatro mil de marihuana, así como un arsenal compuesto por ocho armas de fuego, tres vehículos, una motocicleta, un cuatriciclo, dispositivos electrónicos y una suma importante de dinero en efectivo, ascendente a casi un millón de pesos y 27 mil dólares.
Sanz fue hallado culpable como coautor penalmente responsable del delito de tenencia ilegítima de estupefacientes con fines de comercialización, agravado por la participación de tres o más personas organizadas para llevar a cabo dicha actividad. Adicionalmente, se le imputó el delito de tenencia legítima de arma de fuego de uso civil, ambos cargos en concurso real.
El juez Martín Poderti dictaminó este lunes que la liberación de Sanz se hará efectiva el 3 de julio, siempre y cuando no existan otras órdenes restrictivas de libertad emitidas por autoridades judiciales competentes que impidan su excarcelación desde el domicilio donde actualmente cumple arresto domiciliario.
En la resolución judicial, a la cual tuvo acceso este medio, se establece: “A tal efecto, habré de autorizar al Jefe de la Delegación Local de la División de Unidades Operativas Federales (DUOF) a que, por intermedio del personal que designe, de cumplimiento a lo aquí dispuesto”. El magistrado también declaró la prescripción de la pena de multa que pesaba sobre el condenado.
La desarticulación de la banda, conocida en algunos círculos como “Golpe Blanco”, representó un golpe significativo al narcotráfico en la región. Las investigaciones revelaron que la organización operaba fraccionando y distribuyendo droga desde hacía al menos dos años, generando una considerable preocupación en la comunidad local.
La liberación de Sanz marca el fin de una etapa para uno de los líderes de esta banda, aunque las autoridades se mantienen vigilantes para prevenir cualquier intento de reactivación de sus actividades ilícitas. El caso subraya la persistente lucha contra el narcotráfico y la importancia de la coordinación entre las fuerzas de seguridad y el sistema judicial para combatir este flagelo.
El impacto de la banda en la sociedad marplatense fue profundo, generando inseguridad y afectando la calidad de vida de los vecinos. La desarticulación de la organización y la condena de sus miembros representaron un paso importante para restablecer la tranquilidad en los barrios afectados. Sin embargo, las autoridades reconocen que la lucha contra el narcotráfico es un desafío constante que requiere de un esfuerzo continuo y coordinado.
La liberación de Sanz plantea interrogantes sobre el futuro de la lucha contra el narcotráfico en la región. Si bien su condena ha concluido, las autoridades se mantienen alertas ante la posibilidad de que otros miembros de la banda intenten retomar sus actividades ilícitas. La vigilancia y el trabajo de inteligencia serán fundamentales para prevenir cualquier resurgimiento de la organización y garantizar la seguridad de la comunidad.