Garbarino al Borde del Abismo: Un Intento Final por Evitar la Quiebra

La emblemática cadena de electrodomésticos Garbarino se encuentra en un momento crítico de su historia. Tras años de dificultades financieras, un concurso preventivo prolongado, deudas acumuladas y una drástica reducción de sus operaciones, la compañía enfrenta la posibilidad inminente de la quiebra. En un intento desesperado por evitar este desenlace, la Justicia ha abierto un registro de interesados en un posible salvataje, una última oportunidad para reflotar la empresa.

El proceso de salvataje, amparado en el artículo 48 de la Ley de Concursos y Quiebras, se activó después de que la propuesta original de Garbarino no lograra obtener el respaldo necesario de sus acreedores. La adhesión a la propuesta no superó el 35%, muy por debajo del mínimo requerido por la ley para aprobar un acuerdo concursal.

Entre los interesados en participar en el salvataje se encuentra la propia Garbarino S.A., controlada por el empresario Carlos Rosales. La empresa ha manifestado su intención de mejorar su propuesta inicial, aunque una oferta anterior fue rechazada por el tribunal por presentarse fuera de plazo. La compañía busca ahora alcanzar las mayorías necesarias para cerrar el concurso y asegurar su supervivencia.

La propuesta original de Garbarino incluía diversas opciones de pago para sus acreedores, desde un pago único de entre el 30% y el 40% de la deuda, hasta un esquema de pago del 55% en cuatro cuotas anuales, o una quita del 35% con pago en diez años. Sin embargo, ninguna de estas alternativas logró convencer a los acreedores, que incluyen bancos, proveedores y exempleados con juicios laborales pendientes.

Además de Garbarino S.A., otra empresa se ha inscrito como interesada en el salvataje: la financiera Vlinder S.A., una sociedad anónima creada recientemente, en febrero de 2024. Vlinder S.A., presidida por el contador Claudio Alejandro Achino, ha cumplido con los requisitos del tribunal, incluyendo el depósito de la suma exigida para participar en el proceso. Con un capital de $10 millones y sede en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Vlinder S.A. tiene un estatuto amplio que le permite realizar operaciones inmobiliarias, financieras y hasta la ejecución de obras civiles e industriales.

La situación de Garbarino es un reflejo de las dificultades que enfrentan muchas empresas en el contexto económico actual. La caída en las ventas, la inflación y la competencia del comercio electrónico han impactado negativamente en el sector de electrodomésticos, llevando a empresas como Garbarino a una situación límite.

El futuro de Garbarino está ahora en manos de la Justicia y de los posibles inversores que puedan estar interesados en rescatar la empresa. El proceso de salvataje es una oportunidad para reestructurar la compañía, sanear sus finanzas y asegurar su continuidad en el mercado. Sin embargo, el camino no será fácil y requerirá un esfuerzo conjunto de todas las partes involucradas.

La decisión final sobre el futuro de Garbarino se espera en las próximas semanas, cuando se definan los términos del acuerdo de salvataje y se determine si la empresa podrá superar esta crisis y seguir operando en el mercado argentino.