El gigante tecnológico argentino, Globant, fundado por el marplatense Guibert Englebienne, se encuentra en un proceso de reevaluación estratégica en Argentina. La compañía, reconocida por su trayectoria en el sector de la tecnología y la innovación, ha confirmado el cierre de dos de sus oficinas en el país, un movimiento que se produce en un contexto de volatilidad en el mercado de valores y ajustes en las proyecciones financieras.
A través de un comunicado oficial, Globant anunció el cierre de sus sedes ubicadas en Ushuaia y Resistencia. La decisión, según la empresa, responde a la baja ocupación de estas oficinas y a la necesidad de realizar inversiones que, en el contexto actual, no se justifican. El comunicado subraya que, a pesar de estos cierres, la empresa mantiene su compromiso con el talento argentino. En lugar de mantener las oficinas físicas, Globant explorará nuevas iniciativas para fortalecer la conexión entre sus empleados, a quienes internamente denominan “Globers”, en estas ciudades.
La empresa enfatizó que Argentina sigue siendo una de sus operaciones más importantes a nivel global, albergando a más de 5.000 empleados. En el marco de la actual coyuntura económica, Globant reafirmó su intención de continuar con su proceso de expansión en el país, adaptándose a las nuevas realidades del mercado.
Ante la creciente especulación sobre posibles despidos y una crisis generalizada, Globant aclaró que, con excepción de las oficinas en Ushuaia y Resistencia, las diez oficinas restantes en Argentina permanecerán operativas. Esta declaración disipa, al menos por el momento, las preocupaciones sobre un posible impacto en la sucursal de Mar del Plata, ubicada en la avenida Colón, en el antiguo Museo del Mar.
“Actualmente contamos con Globers en 140 ciudades en todas las provincias del país. Estamos orgullosos de tener empleados en 36 países de 103 nacionalidades, y seguir creciendo”, concluye el comunicado, reafirmando la visión global y el compromiso de Globant con la diversidad y el crecimiento continuo.
El contexto de esta reestructuración se enmarca en un período de desafíos para la empresa. Recientemente, Globant reportó ingresos por US$611 millones, una cifra que se ubicó por debajo de las expectativas de los analistas del mercado, que preveían ingresos cercanos a los US$625 millones. De manera similar, el beneficio por acción también fue inferior a lo esperado, situándose en US$1,50 dólares frente a los US$1,60 proyectados. Sin embargo, lo que generó mayor inquietud entre los inversores fue la reducción en las proyecciones para el segundo trimestre y para el año 2025 en su totalidad.
Estos resultados financieros impactaron negativamente en el valor de las acciones de Globant. A principios de año, cada acción cotizaba alrededor de los U$S 220. Tras la presentación de los resultados del primer trimestre, las acciones cayeron a aproximadamente U$S 140, y posteriormente descendieron hasta los U$S 95, un nivel no visto desde los inicios de la pandemia de 2020. Esta caída en el valor de las acciones refleja la preocupación de los inversores ante las perspectivas futuras de la compañía y la necesidad de una reestructuración para adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado global.