Un incidente escalofriante sacudió el barrio Los Álamos de Plottier, en Neuquén, cuando el cuerpo en descomposición de una mujer de 82 años fue descubierto en su residencia. El hallazgo se produjo tras la denuncia de una vecina, quien alertó a las autoridades sobre un olor nauseabundo que emanaba de la vivienda.
La anciana, residente solitaria en la propiedad, compartía su vida únicamente con sus perros, sin recibir visitas frecuentes de familiares. La vecina, al regresar de un viaje, notó la ausencia de la mujer y, progresivamente, la situación se tornó inquietante al percibir un hedor insoportable proveniente de la casa contigua.
Ante la sospecha, la vecina contactó al número de emergencias 911. Efectivos policiales acudieron al domicilio y, al abrir la puerta, confirmaron la presencia del olor fétido. Tras inspeccionar el interior, encontraron el cadáver de la propietaria en una de las habitaciones.
Inicialmente, se consideró la posibilidad de un robo, pero la investigación policial apuntó hacia una muerte natural. Sin embargo, la tragedia tomó un giro aún más sombrío. Los perros de la víctima, privados de alimento y sin posibilidad de escapar, recurrieron a un acto desesperado para sobrevivir.
Según informes policiales, los animales, en su angustia por la inanición, comenzaron a alimentarse del cuerpo de su dueña. “Parte de una pierna fue devorada”, confirmó la policía, revelando la cruda realidad de la situación.
El cuerpo fue trasladado al servicio forense para determinar la causa precisa del fallecimiento. Las autoridades descartaron la hipótesis del robo, ya que no se encontraron indicios de violencia ni señales de allanamiento en la vivienda. Este trágico suceso pone de relieve la soledad que pueden enfrentar los ancianos y la importancia de la vigilancia vecinal.