La provincia de Jujuy se encuentra consternada tras el macabro hallazgo de restos óseos y piel humana en una vivienda ubicada en el barrio Alto Comedero. Este escalofriante descubrimiento se produjo en el marco de una investigación por la desaparición de cinco hombres, lo que ha llevado a las autoridades a detener a un sospechoso y considerar seriamente imputarlo por homicidio.
La investigación, que cobró notoriedad pública el viernes pasado, aunque el allanamiento se realizó el miércoles, se centra en la hipótesis de que las desapariciones están interconectadas y que el presunto responsable actuó siguiendo un patrón común. El Ministerio Público de la Acusación (MPA) ha tomado las riendas del caso, trabajando intensamente para esclarecer los hechos y llevar al responsable ante la justicia.
Según fuentes oficiales, la clave para desentrañar este misterio reside en el análisis exhaustivo de las cámaras de seguridad de la zona. Estas grabaciones revelaron imágenes del sospechoso transportando en un remis a individuos con características físicas similares a las de los hombres reportados como desaparecidos. Este hallazgo crucial impulsó la orden de allanamiento a la vivienda del detenido, donde se encontraron los inquietantes restos.
Durante el registro, las fuerzas de seguridad se toparon con una espeluznante colección de huesos, fragmentos de piel y elementos que sugieren la utilización de fuego. Además, se incautó ropa que podría pertenecer a una de las víctimas, lo que añade aún más peso a la investigación. Todos los elementos recolectados fueron enviados a un laboratorio especializado para someterlos a rigurosos análisis periciales, con el objetivo de confirmar si se trata efectivamente de restos humanos y, de ser así, identificar a las víctimas.
El procurador general Sergio Lello Sánchez se mostró contundente ante la prensa, afirmando que “El hallazgo es contundente. Se están haciendo los estudios de ADN para confirmar si los restos pertenecen a alguna de las víctimas. La cantidad de material encontrado refuerza la hipótesis de un homicidio”. Sus declaraciones reflejan la gravedad de la situación y la determinación de la fiscalía para llegar al fondo del asunto.
La investigación también tomó un giro inesperado con la declaración de un menor de edad que residía en la vivienda. El testimonio del menor, obtenido a través de una entrevista en cámara Gesell, aportó “elementos muy fuertes” que comprometen al sospechoso. Los detalles proporcionados por el menor están siendo cuidadosamente analizados en conjunto con las demás pruebas recabadas, con el fin de construir un caso sólido y contundente.
El fiscal Guillermo Beller, integrante del Ministerio Público regional, destacó que las cinco personas desaparecidas compartían un factor común: “tenían algún grado de vulnerabilidad”. Esta característica podría ser clave para entender el modus operandi del presunto asesino serial y establecer un patrón en la selección de sus víctimas.
A pesar de que aún no se han identificado formalmente los cuerpos, la Fiscalía ha confirmado que la cantidad de restos encontrados y las circunstancias que rodean el caso permiten avanzar en una acusación formal por homicidio. “Estamos esperando la audiencia imputativa y vamos a pedir la prisión preventiva”, anunció Beller, dejando claro que las autoridades buscarán mantener al sospechoso tras las rejas mientras se desarrolla la investigación.
Hasta el momento, el individuo aprehendido es considerado el único implicado en este macabro caso. Sin embargo, las autoridades no descartan la posibilidad de que existan cómplices o encubridores, por lo que la investigación continúa abierta y se están explorando todas las líneas de investigación posibles.
La comunidad de Jujuy permanece en estado de shock ante la magnitud de este crimen, exigiendo justicia para las víctimas y sus familias. Las autoridades han prometido redoblar esfuerzos para esclarecer los hechos y llevar ante la justicia a todos los responsables, garantizando que este tipo de atrocidades no queden impunes.