La investigación sobre el trágico asesinato de un albañil en el barrio Juramento ha dado un giro significativo. Tras una serie de allanamientos estratégicos, las autoridades han logrado recolectar pruebas contundentes que apuntan a dos individuos como los principales sospechosos del crimen. Matheo Bonifacio Sánchez perdió la vida en el incidente, mientras que su hijo, Lucas Matías, resultó gravemente herido y permanece bajo cuidados intensivos en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA).
Las primeras declaraciones de testigos presenciales fueron cruciales para enfocar la investigación en dos sospechosos específicos: Lucas Santiago Jerez, de 31 años, y Alan David Díaz, de 26 años. Ambos individuos están ahora en el centro de la investigación y se les considera personas de interés en el caso.
Según la información preliminar, Jerez es señalado como el presunto autor de los disparos que terminaron con la vida de Bonifacio Sánchez y que causaron graves lesiones a su hijo. Se cree que uno de los proyectiles impactó en la pierna de Lucas Matías, mientras que otro le causó daños severos en el abdomen. La motivación detrás del ataque parece estar relacionada con una disputa previa. Se ha revelado que Jerez residía en la parte trasera de la propiedad que Bonifacio Sánchez alquilaba. Tras ser expulsado por otros inquilinos, Jerez presuntamente regresó en varias ocasiones para cometer robos. El último de estos incidentes, ocurrido el lunes por la noche, escaló hasta convertirse en un acto de violencia fatal. Bonifacio Sánchez, al percatarse de la presencia de Jerez dentro de su vivienda, intentó defenderse con un cuchillo, lo que desencadenó el trágico enfrentamiento.
Jerez cuenta con antecedentes penales por robo agravado en grado de tentativa. En la escena del crimen, los investigadores recuperaron un proyectil deformado, dos vainas servidas calibre 9mm, una cuchilla, una maza y rastros papilares. Los allanamientos realizados recientemente han permitido ampliar el abanico de pruebas disponibles para la fiscalía.
En una residencia ubicada en la calle Guiraldes al 4200, a poca distancia del lugar del crimen (Don Orione al 2300), los efectivos de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) encontraron elementos altamente incriminatorios. Entre ellos, se destacan un camperón negro con aparentes manchas de sangre y cortes de arma blanca, un pantalón de jean ensangrentado y una remera blanca y roja con la inscripción “Complejo Peralta Ramos”. Además, se confiscó una escopeta recortada de dos cañones con la numeración borrada, calibre 28, que contenía un cartucho percutido en su interior. También se hallaron cinco vainas percutadas calibre 22LR y dos vainas percutadas calibre 9mm. Un elemento adicional de interés para la investigación es una motocicleta Bajaj Rouser modelo NS 125cc, que figura con pedido de secuestro activo desde enero y que se sospecha fue utilizada para perpetrar el crimen.
En la vivienda allanada se encontraba la hermana de Alan Díaz, quien fue notificada de la formación de una causa en su contra por encubrimiento. Actualmente, tanto Jerez como Díaz se encuentran prófugos de la justicia y enfrentan órdenes de detención activas. Se les acusa de homicidio, homicidio en grado de tentativa, robo y lesiones. Las autoridades continúan trabajando arduamente para dar con su paradero y llevarlos ante la justicia.