Un escalofriante caso de presunto abuso infantil ha sacudido a la comunidad de Santiago del Estero. La Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual, bajo la dirección de la Dra. Florencia Torres Cianferoni, se encuentra investigando una denuncia que involucra a una niña de tan solo dos años como víctima. La denuncia fue presentada por la madre de la menor, desatando una profunda consternación en la localidad.
Los hechos salieron a la luz cuando personal de la Comisaría Quinta fue requerido en el Centro Provincial Infantil. Allí, los agentes se entrevistaron con una mujer de 36 años, residente de Campo Gallo, quien relató que su hija llevaba dos días manifestando intensos dolores en la zona genital. Ante la persistencia del malestar, la madre interrogó a la pequeña, quien sorprendió a su progenitora con un relato perturbador que señalaba a un vecino de 13 años como el presunto agresor.
Según el testimonio de la menor, el adolescente, inquilino de la vivienda contigua, la habría “tocado” mientras jugaban en su domicilio. Tras escuchar el relato, los profesionales médicos examinaron a la niña y constataron la presencia de lesiones compatibles con un “abuso sexual gravemente ultrajante”. Ante la gravedad de los hallazgos, se solicitó la intervención inmediata de las autoridades policiales.
La Policía, tras tomar conocimiento del estremecedor episodio, se puso en contacto con la fiscal a cargo de la Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual. La fiscal ordenó que se tomara la denuncia formal a la madre de la bebé, dando inicio a la investigación correspondiente. Sin embargo, el caso presenta complejidades legales significativas debido a la edad del presunto agresor.
Dado que el adolescente implicado tiene menos de 16 años, su condición legal es la de inimputable. Esto significa que no puede ser juzgado ni condenado como un adulto por los delitos que se le imputan. No obstante, la ley contempla la aplicación de sanciones socioeducativas o medidas adaptadas a su edad, con el objetivo de promover su rehabilitación y prevenir la reiteración de conductas similares.
El caso ha generado un profundo debate en la comunidad sobre la necesidad de fortalecer los mecanismos de protección infantil y de abordar de manera integral los casos de abuso sexual. Las autoridades competentes se encuentran trabajando para esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades correspondientes, garantizando al mismo tiempo la protección y el bienestar de la víctima.
La investigación continúa en curso, y se espera que en los próximos días se realicen nuevas diligencias para recabar pruebas y testimonios que permitan esclarecer lo sucedido. La sociedad santiagueña permanece atenta al desarrollo de este caso, exigiendo justicia y medidas contundentes para prevenir y sancionar este tipo de delitos aberrantes.
Este tipo de situaciones remarcan la importancia de la comunicación y la confianza entre padres e hijos, así como la necesidad de estar alerta a cualquier señal de alarma que pueda indicar que un menor está siendo víctima de abuso. La prevención y la educación son herramientas fundamentales para proteger a los niños y niñas de situaciones de vulnerabilidad.