Una escena inusual y preocupante se desarrolló en una tradicional esquina de Mar del Plata, dejando a un grupo de trabajadores sin su sustento laboral y a la comunidad local consternada. Empleados de un reconocido bar, con décadas de historia en la ciudad, llegaron a su puesto de trabajo para encontrarse con una sorpresa desagradable: las cerraduras habían sido cambiadas y un cartel anunciaba un cierre temporal por reformas.
El incidente, ocurrido en el emblemático barrio de Punta Mogotes, ha generado un clima de incertidumbre y temor entre los ocho trabajadores afectados. Según relataron, no recibieron ningún tipo de notificación previa sobre esta medida, lo que agrava aún más la situación. A través de un video difundido en redes sociales, los empleados mostraron las persianas bajas y el cartel que indicaba el cierre por reformas, evidencia de la abrupta e inesperada situación que enfrentan.
“Llegamos a trabajar y nos encontramos con el local cerrado, sin previo aviso,” explicaron los trabajadores a la prensa local. La angustia y la preocupación son palpables, ya que desconocen los motivos detrás de esta decisión y el futuro de sus empleos. “Nos cambiaron las cerraduras, no podemos entrar,” lamentaron, evidenciando la impotencia ante la imposibilidad de acceder a su lugar de trabajo.
Las sospechas comenzaron a surgir cuando el encargado del local fue despedido, según comentaron los empleados. Sin embargo, la falta de comunicación y la ausencia de notificaciones formales sobre despidos generaron confusión y desconfianza. “Ahora no sabemos quién nos representa. Nadie nos avisa nada,” expresó una empleada, reflejando la incertidumbre que embarga a todo el personal.
La situación ha movilizado a los trabajadores, quienes se han manifestado en la vereda del bar, ubicado en la calle Acevedo al 2200, en busca de respuestas y soluciones. Además, la comunidad portuense, que considera este bar como un punto de encuentro y tradición en la zona, ha expresado su solidaridad y apoyo a los empleados.
Este establecimiento, que ha funcionado desde la década de los 80, ha sido testigo de innumerables momentos compartidos y celebraciones en la ciudad. Su cierre repentino no solo afecta a los trabajadores, sino que también impacta en la identidad y el tejido social de la comunidad.
“Tememos lo peor, pero esperamos que se pueda visibilizar porque no queremos perder nuestras fuentes de trabajo,” afirmaron los empleados, apelando a la solidaridad y al apoyo de la sociedad marplatense. La esperanza de mantener sus empleos y la necesidad de obtener respuestas claras sobre el futuro del bar son las principales motivaciones que impulsan a estos trabajadores a luchar por sus derechos.
La incertidumbre persiste mientras los trabajadores esperan una respuesta por parte de los propietarios o responsables del establecimiento. La comunidad local se mantiene atenta al desarrollo de los acontecimientos, esperando que se encuentre una solución que permita preservar las fuentes de trabajo y mantener vivo este emblemático lugar de encuentro en Mar del Plata.