La ciudad de Mar del Plata fue escenario de un incidente que involucró el robo de un vehículo de alquiler, la detención de un menor de edad y la tensión entre las fuerzas policiales y un grupo de hinchas del club Alvarado. El suceso, que tuvo lugar el sábado por la mañana, generó una rápida respuesta de las autoridades y puso de manifiesto la complejidad de la seguridad en eventos deportivos.
Alrededor de las 7:40 AM, un remisero de 67 años, empleado de la empresa Paso Cars, fue víctima de un violento asalto en el barrio Parque Palermo. El conductor se había dirigido a la calle Bouchard al 11.200 para recoger a un pasajero cuando fue interceptado por un grupo de cinco jóvenes. Según el relato de la víctima, al menos uno de los asaltantes portaba un arma. Los delincuentes obligaron al remisero a descender de su Chevrolet Prisma y se dieron a la fuga a toda velocidad por la calle Yapeyú, en dirección a Vértiz.
Tras la denuncia del robo, se desplegó un operativo policial para localizar el vehículo sustraído. La investigación, llevada adelante por el Gabinete Técnico Operativo de la Comisaría 11ª, arrojó resultados positivos horas después. Cerca del mediodía, los efectivos policiales lograron ubicar el automóvil, que, según las pesquisas, iba a ser utilizado por hinchas de Alvarado para participar en una caravana. Con el apoyo de personal de la Comisaría 12ª, se procedió a la interceptación del vehículo en la intersección de las calles Garay y Calaza.
Durante el operativo, uno de los ocupantes del auto logró escapar a pie, evadiendo la acción policial. Sin embargo, el conductor, un adolescente de tan solo 15 años, fue aprehendido en el lugar. La detención del menor desató la reacción de un grupo de simpatizantes que se acercaron al lugar, mostrando hostilidad hacia los agentes. Ante esta situación, y para evitar incidentes mayores, la Policía optó por abandonar rápidamente la zona, priorizando la seguridad de todos los involucrados. El vehículo recuperado fue posteriormente restituido a su legítimo propietario, el remisero víctima del asalto.
El caso quedó en manos del fiscal de Responsabilidad Penal Juvenil N°2, Yanes Urrutia, quien dispuso la notificación de la causa al menor detenido y su posterior entrega a uno de sus progenitores. En paralelo, la Oficina de Delitos Contra la Propiedad Automotor, a cargo del Dr. Morán, coordinó la restitución del Chevrolet Prisma al remisero, cerrando así, al menos en parte, este desafortunado episodio.
Este incidente pone de relieve la problemática de la delincuencia juvenil y la necesidad de fortalecer las estrategias de seguridad en eventos que convocan a grandes multitudes, como las caravanas de hinchas. La rápida acción policial permitió la recuperación del vehículo y la detención de uno de los presuntos responsables, pero también evidenció la tensión latente entre las fuerzas de seguridad y algunos sectores de la afición deportiva.