Un evento tan inesperado como peligroso marcó una jornada de carreras en Buenos Aires, específicamente durante el Sprint de la Sudam Senior de IAME Senior Series, celebrado en el Kartódromo de la ciudad. Lo que prometía ser una competencia rutinaria se transformó en un momento de alta tensión cuando una rueda, desprendida de un vehículo en el Autódromo contiguo, irrumpió en la pista de karting.
El incidente, que pudo haber tenido consecuencias graves, afortunadamente terminó siendo una anécdota para contar, gracias a la pericia y la rápida reacción de los pilotos. Entre ellos, Ulises Cepeda, representante de Mar del Plata, se encontró de frente con el neumático intruso, logrando esquivarlo milagrosamente. El resto de los competidores también demostraron reflejos notables, evitando así una colisión masiva.
La peculiaridad de la situación reside en la cercanía entre el Kartódromo y el Autódromo de Buenos Aires, donde se desarrollaban competencias simultáneamente. Un accidente en la categoría Top Race, específicamente en el vehículo de Luis Gastaldi, fue el detonante de este suceso. Durante el incidente, una de las ruedas del automóvil se desprendió, sobrevolando el muro divisorio entre ambas pistas.
Testigos presenciales relataron que la rueda, tras superar la barrera, aterrizó en una zona de césped, lo que amortiguó su trayectoria y redujo la velocidad con la que impactó la pista de karting. A pesar de esto, la presencia del neumático en medio de la competencia representó un peligro inminente para los pilotos, especialmente para aquellos que lideraban la fila, como Cepeda.
Además de la rueda, los pilotos también tuvieron que sortear otros obstáculos que quedaron esparcidos en la pista como consecuencia del incidente en el Autódromo. Se reportó la presencia de un semieje y fragmentos del muro divisorio, lo que añadió un nivel extra de dificultad y riesgo a la situación. Las imágenes capturadas por la cámara a bordo del kart de Cepeda evidencian la magnitud del peligro al que estuvieron expuestos los competidores.
Este incidente sirve como un recordatorio de los riesgos inherentes al automovilismo, incluso en categorías consideradas de menor envergadura como el karting. La seguridad en los circuitos, tanto para los pilotos como para el público, debe ser una prioridad constante, y eventos como este instan a una revisión exhaustiva de los protocolos y medidas de protección existentes. Afortunadamente, en esta ocasión, la habilidad de los pilotos y una dosis de suerte evitaron una tragedia, dejando una historia insólita que seguramente será recordada por mucho tiempo en el mundo del karting argentino.