Un suceso peculiar sacudió la tranquilidad de una ciudad costera cuando un individuo de 31 años fue interceptado por las autoridades portando un sable samurái y un nunchaku. Lo que inicialmente parecía un incidente aislado pronto tomó un giro inesperado al descubrirse que el hombre también llevaba consigo un total de 28 bikinis de color turquesa, cuya procedencia no pudo justificar.
El incidente tuvo lugar alrededor de las cinco de la tarde, cuando el Centro de Operaciones y Monitoreo alertó a la policía sobre la presencia de un individuo que exhibía un sable samurái en la vía pública. Rápidamente, efectivos de la comisaría local y de la Prefectura Naval Argentina se movilizaron para interceptar al sujeto. Tras una breve intervención, lograron incautar el sable, el nunchaku y, para sorpresa de todos, una considerable cantidad de trajes de baño femeninos.
El hallazgo del sable samurái despertó sospechas sobre la posible conexión del detenido con un robo ocurrido horas antes en un local comercial ubicado en las inmediaciones de la Peatonal San Martín y Mitre. En ese incidente, desconocidos habían forzado la vidriera del negocio y sustraído videojuegos, joysticks, sables de colección, auriculares y micrófonos. Las autoridades investigan si el hombre detenido podría estar implicado en este hecho delictivo.
Tras su detención, el individuo fue trasladado a la comisaría, donde se procedió a su identificación. Los registros policiales revelaron que el sujeto cuenta con un amplio historial delictivo, incluyendo antecedentes por delitos como abuso sexual, daño, tentativa de robo, tentativa de hurto, robo agravado en poblado y en banda, y robo simple. Este prontuario complica aún más su situación legal.
La fiscal de Flagrancia, Mariana Baqueiro, ha tomado cartas en el asunto y dispuso la apertura de una causa por el delito de encubrimiento. El detenido fue trasladado a la Unidad Penal N°44 de Batán, donde permanecerá alojado mientras se avanza en la investigación del caso. Las autoridades buscan determinar el origen de los bikinis y si el hombre está involucrado en otros hechos delictivos. El incidente ha generado gran revuelo en la comunidad, que se pregunta sobre las motivaciones del individuo y la procedencia de tan peculiar botín.
Este caso, que mezcla elementos de acción, misterio y un toque de excentricidad, pone de manifiesto la complejidad del accionar delictivo y la necesidad de una respuesta policial eficiente y coordinada. La investigación continúa abierta, y se espera que en los próximos días se puedan esclarecer todos los interrogantes que rodean a este insólito incidente.