Interrupción de Clases por Problemas de Abastecimiento de Agua: Análisis de la Situación y Perspectivas
La reciente rotura de una cañería principal de Obras Sanitarias (OSSE) generó una notable disrupción en el suministro de agua en varias zonas de la ciudad, afectando directamente el funcionamiento de diversas instituciones educativas. Como consecuencia, varios establecimientos se vieron obligados a suspender las clases, inicialmente durante el turno nocturno del miércoles y posteriormente en el turno matutino del jueves.
El incidente, provocado por la rotura de un caño de impulsión de agua perteneciente a OSSE, requirió una intervención intensiva que se extendió por más de 20 horas. Los trabajos de reparación culminaron exitosamente en la madrugada del jueves, alrededor de la 1:30 AM. Según un comunicado emitido por la empresa, a las 9 de la mañana del jueves, las presiones en la red de distribución reportaban una recuperación total en toda el área afectada. Se aseguró que la ciudad amaneció con el servicio restablecido, gracias al arduo trabajo de los operarios de OSSE en la zona de Colón y Santa Fe.
Sin embargo, las consecuencias de la interrupción ya se habían manifestado. Ante la baja presión o la falta total de agua durante el miércoles, numerosas escuelas, tanto públicas como privadas, tomaron la difícil decisión de suspender las clases del jueves por la mañana. La comunicación de esta medida se realizó durante la noche del miércoles, informando a los estudiantes sobre la imposibilidad de asistir a clases debido a la persistencia del problema en la cañería dañada.
Entre las instituciones afectadas por la suspensión de clases se encuentran el Instituto Nahuel Huapi, el jardín maternal de la Universidad, el jardín Trompita y el Colegio Antártida Argentina. Asimismo, las Escuelas Primarias (EP) 31 y 61, y las Escuelas Secundarias (ES) 22 y 63, también se vieron imposibilitadas de dictar clases en el turno matutino, junto con otras instituciones ubicadas en las zonas más afectadas por la falta de presión de agua.
No obstante, algunas instituciones optaron por mantener la actividad escolar a pesar de las dificultades. Tal fue el caso de la ES 6, donde, si bien se constató la falta de agua, las autoridades decidieron no suspender las clases, priorizando la continuidad del proceso educativo.
La situación generó preocupación en el ámbito gremial. Gustavo Santos Ibáñez, secretario general de Suteba, enfatizó la importancia de garantizar la salud y seguridad tanto de los alumnos como de los docentes ante la falta de agua en los establecimientos educativos. Subrayó que el cuidado de la salud en estas circunstancias es una responsabilidad que compete a la protección de toda la comunidad educativa.
Con respecto al turno tarde, la decisión sobre la continuidad o suspensión de las clases quedó sujeta a evaluación en cada establecimiento educativo. A medida que avanzaban las horas y se confirmaba la normalización del servicio de agua, se esperaba que las clases pudieran desarrollarse con normalidad en el turno vespertino. La resolución final, sin embargo, dependía de la evaluación particular de cada institución, considerando la situación específica de su infraestructura y el restablecimiento efectivo del suministro de agua.
En resumen, la rotura de la cañería de OSSE generó una situación de emergencia que afectó el normal funcionamiento de numerosas escuelas en la ciudad. La rápida respuesta de la empresa y la posterior normalización del servicio permitieron mitigar los efectos de la interrupción, aunque la experiencia puso de manifiesto la importancia de contar con planes de contingencia y protocolos claros para garantizar la continuidad del proceso educativo ante este tipo de eventualidades.