Investigación Ampliada: Más Allá del Fentanilo Contaminado, Riesgos en Otros Medicamentos Bajo la Lupa

La investigación en curso sobre los laboratorios vinculados al empresario Ariel García Furfaro, tras la trágica muerte de 96 personas presuntamente causada por fentanilo contaminado, ha tomado un giro significativo. Las autoridades han extendido su escrutinio a la calidad de otros medicamentos producidos por los mismos laboratorios, abriendo un abanico de interrogantes sobre los estándares de producción y seguridad.

El caso que ha servido como punto de partida, o “caso cero”, se remonta a 2019 y tiene como protagonista a una joven residente de Mar del Plata. En aquel entonces, la mujer, de 28 años, buscó atención médica por un aparente esguince de tobillo. Lo que parecía un incidente menor desencadenó una serie de eventos adversos graves, incluyendo un desmayo, que ahora están siendo investigados a fondo.

Informes recientes indican que la Justicia está investigando si, incluso seis años antes de las muertes relacionadas con el fentanilo, ya existían irregularidades en los procesos de control de calidad del laboratorio Ramallo S.A., uno de los principales implicados en la producción del fentanilo contaminado junto con HLB Pharma.

El juez Ernesto Kreplak está analizando exhaustivamente más de 100 expedientes provenientes de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). Estos expedientes contienen reportes de desviaciones en los procesos productivos, algunos de los cuales tuvieron consecuencias adversas y graves para los pacientes. El caso más destacado es el de la joven de Mar del Plata que, en 2019, acudió al Centro de Atención Primaria de Salud (CAPS) del barrio Playa Serena debido a un esguince.

De acuerdo con la denuncia presentada y que consta en el expediente, a la paciente se le administró diclofenaco (lote 20206), un antiinflamatorio producido por Laboratorio Ramallo, por vía intramuscular. Poco después de la inyección, la paciente comenzó a experimentar una serie de síntomas alarmantes, incluyendo fiebre, vómitos y un dolor intenso en la zona de la aplicación. Finalmente, la joven se desmayó y tuvo que ser hospitalizada. La médica que la atendió le prescribió Bactrim y solicitó una ecografía para evaluar la necesidad de un drenaje.

El caso de esta paciente marplatense figura en los expedientes de la ANMAT junto con otros 28 casos similares reportados en diferentes puntos del país, en los que pacientes también experimentaron efectos adversos tras la administración de medicamentos producidos por el mismo laboratorio.

En respuesta a estos incidentes, la ANMAT consultó con otros laboratorios y determinó que, de 14 fórmulas cuali-cuantitativas analizadas, solo la elaborada por Ramallo S.A. contenía cremophor como excipiente. Se sospecha que este componente específico fue el causante de las reacciones adversas observadas en la paciente de Mar del Plata y en los otros 28 casos. Como medida preventiva, el 12 de febrero, la ANMAT sugirió el retiro de los lotes afectados.

Actualmente, el juez Kreplak está investigando la posibilidad de que existan desviaciones en la calidad y eficacia no solo del fentanilo, sino también de otros medicamentos como el diclofenaco y la adrenalina. La investigación se inició en marzo, tras una inspección realizada por el Ministerio de Seguridad en HLB Pharma y Laboratorios Ramallo. Durante la inspección, se descubrió un importante stock de fentanilo: cuatro kilos y medio en HLB y medio kilo en Ramallo, mientras que otros cuatro kilos ya habían sido utilizados en la producción de ampollas para uso hospitalario. Estos hallazgos han intensificado las preocupaciones sobre la seguridad y el control de calidad en la producción de medicamentos en estos laboratorios.