Jorge: Un Viaje Increíble de Cautiverio a la Libertad Marina
La historia de Jorge, una tortuga marina de imponente tamaño (cien kilos) y notable longevidad (60 años), es una crónica de resiliencia, adaptación y, finalmente, un triunfo de la conservación. Tras pasar cuatro décadas en cautiverio, este ejemplar ha regresado a su hogar en las aguas del Atlántico Sur, un viaje que abarca más de tres mil kilómetros y culmina en las costas brasileñas, donde ahora prospera en comunidades de anidación.
El relato de Jorge es extraordinario no solo por la duración de su encierro, sino también por la asombrosa capacidad de adaptación que demostró durante su proceso de rehabilitación y reintroducción. Su historia, compartida por las biólogas Mariela Dassis y Sofía Terleski, revela los desafíos y éxitos de un proyecto que capturó la atención del público y redefinió las estrategias de conservación marina.
Un Rescate Inesperado y un Largo Cautiverio
En 1984, la vida de Jorge dio un giro inesperado cuando quedó atrapado en una red de pesca cerca de Bahía Blanca, Argentina. Los pescadores, conscientes de su delicada situación debido a las lesiones y la hipotermia, alertaron a las autoridades. Jorge fue trasladado al zoológico de Mendoza, donde se convirtió en una atracción popular, residiendo en una piscina que, aunque espaciosa, no se comparaba con la inmensidad del océano.
En aquellos tiempos, las prácticas de rehabilitación y reintroducción de tortugas marinas eran incipientes. Parecía que Jorge pasaría el resto de sus días en cautiverio, atrayendo a multitudes cada fin de semana. Sin embargo, la creciente conciencia sobre el bienestar animal y la necesidad de conservar las especies marinas impulsaron un cambio de paradigma.
El Camino Hacia la Libertad: Un Proyecto de Reintroducción
En 2021, la presión pública y el compromiso de los conservacionistas llevaron a la formulación de un ambicioso proyecto para reintroducir a Jorge en su hábitat natural. Este proyecto requirió una planificación meticulosa y la colaboración de diversos expertos.
El primer paso fue trasladar a Jorge al Aquarium de Mar del Plata, donde se le proporcionó una piscina de mayores dimensiones (tres metros de profundidad y 150 mil litros de agua). Gradualmente, se aumentó la salinidad del agua y se elevó la temperatura hasta alcanzar los 24°C, simulando las condiciones de su entorno natural. A partir de agosto del año siguiente, se implementó un programa de rehabilitación ambiental integral.
Preparándose para el Regreso al Océano
La dieta de Jorge se modificó progresivamente, incorporando cangrejos y presas vivas para estimular su instinto de caza. Se introdujeron cuevas en la piscina para ofrecerle refugio y recrear un entorno más natural. Para fortalecer su instinto de supervivencia, se añadieron peces chuchos a la piscina, obligando a Jorge a competir por el alimento.
A medida que Jorge respondía favorablemente a los estímulos, la idea de su liberación se consolidaba. Se le implantó un telémetro en el caparazón para rastrear sus movimientos una vez liberado. Este dispositivo, crucial para el seguimiento de su adaptación, fue posible gracias a la donación de Diego Rodríguez y al financiamiento del veterinario del Aquarium y la Universidad Nacional de Mar del Plata.
Un Nuevo Comienzo en el Mar
El 11 de abril marcó el inicio de una nueva etapa para Jorge. Fue liberado en el océano, y a los pocos minutos, el telémetro comenzó a transmitir su ubicación. Desde entonces, los biólogos han monitoreado sus movimientos, generando mapas detallados de su trayectoria.
El seguimiento satelital revela que Jorge ha recuperado su comportamiento natural. Si bien hubo momentos de preocupación, como cuando se acercó demasiado a barcos pesqueros en Uruguay, su adaptación ha sido notable. Ha visitado colonias de alimentación y, presumiblemente, ha participado en actividades reproductivas.
Un Futuro Prometedor
El telémetro implantado en Jorge tiene una vida útil estimada de un año, aunque los resultados obtenidos en los primeros tres meses ya han superado las expectativas. Los biólogos confían en que Jorge se ha adaptado exitosamente a su entorno natural y que continuará prosperando en el océano.
La historia de Jorge es un testimonio del poder de la conservación y la capacidad de recuperación de la vida marina. Su viaje desde el cautiverio hasta la libertad es una fuente de inspiración y un recordatorio de la importancia de proteger nuestros océanos y las criaturas que los habitan.