Un caso escalofriante ha sacudido a la comunidad, transformando lo que inicialmente se reportó como un accidente de tránsito en una denuncia de agresión sexual y violencia. Un joven de 26 años, identificado como J., se encuentra luchando por su vida en la unidad de cuidados intensivos de un hospital, luego de haber denunciado haber sido brutalmente atacado y violado en el baño de un boliche. Posteriormente, según su testimonio, fue abandonado en la calle, agravando aún más su ya delicada situación.
La historia, que comenzó con el traslado de J. al Hospital Interzonal General de Agudos (Higa) bajo la presunción de haber sido víctima de un siniestro vial, tomó un giro inesperado cuando su familia reveló la verdadera naturaleza de los hechos. La hermana de J. declaró que, al momento del ingreso al hospital, se intentó encubrir el ataque como un accidente ocurrido cerca de la Avenida Champagnat, en las inmediaciones del boliche Viva Juliana. Sin embargo, la realidad, según la denuncia, es mucho más sombría: “Él había ido esa noche al lugar y sabemos que lo atacaron varias personas en el interior del baño y que, tras golpearlo, lo violaron”, afirmó la hermana, visiblemente consternada.
La gravedad de las lesiones sufridas por J. requirió múltiples intervenciones quirúrgicas. Hasta el momento, ha sido sometido a tres operaciones en un intento por estabilizar su estado de salud y reparar el daño infligido. La familia, devastada por lo ocurrido, clama por justicia y exige una investigación exhaustiva que esclarezca los hechos y lleve a los responsables ante la ley.
“Es un hecho aberrante, aprovecharon que había poca gente en el boliche y creemos que la seguridad del lugar tuvo que ver. Él está peleando por su vida, ya lo operaron tres veces por las múltiples lesiones que sufrió y sigue en terapia intensiva”, denunció la hermana de J., poniendo en tela de juicio la seguridad dentro del establecimiento nocturno y sugiriendo una posible negligencia por parte del personal encargado de garantizar el bienestar de los asistentes.
La investigación inicial, catalogada por la familia como “errónea”, se centró en la hipótesis de un accidente de tránsito, lo que generó indignación y desconfianza en el sistema judicial. Ante la falta de avances significativos, la familia se vio obligada a contratar un abogado para asegurar que el caso se investigue a fondo y se haga justicia.
El abogado Lucas Tornini, representante legal de la familia, confirmó las irregularidades iniciales en la investigación y la necesidad de corregir el rumbo. Tornini se ha presentado como particular damnificado en la causa, que ahora está siendo tramitada en la Unidad Funcional de Instrucción N°5, a cargo del fiscal Alejandro Pelegrinelli. El abogado espera que J. pueda declarar en las próximas horas, siempre y cuando su estado de salud lo permita. “Presenta múltiples traumatismos, la fractura de un brazo y lesiones producto del violento abuso sexual sufrido”, detalló Tornini, evidenciando la brutalidad del ataque.
Una de las principales solicitudes del abogado es la obtención de las grabaciones de las cámaras de seguridad del boliche y de las zonas aledañas. Estas imágenes podrían ser cruciales para identificar a los agresores y reconstruir los hechos con precisión. La familia y su representante legal confían en que la fiscalía actuará con celeridad y diligencia para esclarecer este terrible suceso y llevar a los responsables ante la justicia.
La comunidad permanece en vilo, esperando noticias sobre la evolución de J. y el avance de la investigación. Este caso pone de manifiesto la necesidad de reforzar la seguridad en los espacios de ocio nocturno y de garantizar una respuesta rápida y efectiva por parte de las autoridades ante denuncias de violencia sexual y agresiones.