En un contexto de alta sensibilidad social, se ha iniciado un juicio contra una mujer de 39 años, acusada de abusar sexualmente de su sobrino cuando este tenía tan solo 11 años. El proceso judicial, que se desarrolla bajo la modalidad de jurado popular, busca esclarecer los hechos y determinar la culpabilidad o inocencia de la acusada.
El jurado, compuesto por seis hombres y seis mujeres, ha sido seleccionado cuidadosamente para garantizar la imparcialidad y objetividad del proceso. El Tribunal Oral en lo Criminal N°3 es el escenario donde se lleva a cabo el debate, bajo la presidencia del Juez Juan Manuel Sueyro. La fiscal Florencia Salas, titular de la Unidad Funcional de Instrucción N°1, lidera la acusación, mientras que el abogado penalista Martín Bernat asume la defensa de la imputada.
La fiscalía sostiene que los abusos ocurrieron en 2019, mientras la acusada tenía la responsabilidad del cuidado de su sobrino. Según la hipótesis presentada, los hechos tuvieron lugar tanto en la residencia de la mujer como en el domicilio del menor, donde presuntamente la imputada ejerció presión sobre el niño para mantener relaciones sexuales.
Durante el transcurso del juicio, que se extenderá por tres jornadas, los miembros del jurado tendrán la oportunidad de examinar minuciosamente las pruebas presentadas. Esto incluye la declaración del menor, realizada a través de Cámara Gesell, un entorno diseñado para proteger a los niños víctimas de abuso. Además, se escucharán los testimonios de diversos testigos, previamente acordados por las partes involucradas.
Una vez concluida la presentación de pruebas y los alegatos finales, el juez impartirá instrucciones precisas al jurado, quienes se retirarán a deliberar a puerta cerrada. Su tarea será determinar, basándose en la evidencia presentada y su propio criterio, si la acusada es culpable o no culpable de los cargos imputados. En caso de un veredicto de culpabilidad, la pena correspondiente será impuesta por el juez en una audiencia posterior.
Este juicio, por su naturaleza delicada y el impacto emocional que genera, ha captado la atención pública. El sistema de jurado popular, en este contexto, representa una oportunidad para que la comunidad participe directamente en la administración de justicia y contribuya a la búsqueda de la verdad.