Este miércoles marca el inicio de un juicio crucial en la ciudad de Campana, Argentina, donde el empresario Claudio Contardi se enfrenta a acusaciones de violación presentadas por Julieta Prandi, su ex pareja y madre de sus hijos. El Tribunal N°2 de Campana será el escenario donde se buscará esclarecer los hechos denunciados y determinar la responsabilidad de Contardi en los presuntos abusos.
Contardi llega al juicio bajo arresto domiciliario, cumpliendo la medida con un dispositivo de tobillera electrónica. El juez Luciano Marino, quien ordenó la elevación a juicio tras la investigación llevada a cabo por la UFI N°4 de Escobar, denegó la solicitud de sobreseimiento presentada por la defensa. Además, impuso un embargo de $100 millones y una orden de restricción que prohíbe a Contardi acercarse a menos de 300 metros de Julieta Prandi.
La acusación formal contra Contardi es por abuso sexual con acceso carnal agravado, imputándole haber causado un grave daño a la salud mental de la víctima a través de una serie de actos reiterados. Julieta Prandi, representada legalmente por Fernando Burlando y su equipo, se ha constituido como querellante en el expediente y será la primera testigo en declarar ante el Tribunal. La acusación es impulsada por el fiscal Christian Fabio, quien lideró la investigación del caso.
Los testimonios de Prandi ante la fiscalía y ante una psicóloga de la Procuración son considerados elementos centrales en la causa contra Contardi, proporcionando la base para las acusaciones presentadas.
La investigación se inició a partir de la denuncia presentada por Prandi ante la UFI N°4 en 2021. En su denuncia, Prandi acusó a Contardi de someterla a abusos durante el tiempo que convivieron en un barrio privado de Escobar, específicamente entre el 28 de julio de 2015 (posterior al nacimiento de su primer hijo) y marzo de 2018 (fecha en que se mudaron a Martínez). La pareja se separó definitivamente en 2019.
Si bien Prandi no pudo precisar la cantidad exacta de abusos ni las fechas específicas de cada uno, la defensa de Contardi intentó utilizar esta falta de precisión a su favor. Sin embargo, el juez Marino desestimó este argumento, señalando que la falta de precisión es una característica común en casos de abuso sexual debido al trauma experimentado por la víctima.
Detalles Escabrosos de la Denuncia
Según el relato de Prandi, Contardi la sujetaba del cuello para forzarla a mantener relaciones sexuales. A pesar de su negativa y sus protestas, Contardi ejercía violencia psicológica, argumentando que, como su esposa, ella tenía la obligación de tener relaciones sexuales con él. Prandi también relató haber sido atacada mientras dormía.
En su declaración ante la fiscalía en 2022, Prandi ratificó su denuncia, describiendo un patrón de violencia machista. Detalló cómo, después de mudarse al country en Escobar, Contardi comenzó a controlar su vida, alejándola de sus seres queridos y prohibiéndole conducir. Incluso la obligó a cambiar su número de teléfono. Los abusos comenzaron meses después del nacimiento de su primer hijo.
Prandi relató que Contardi le decía que ella le pertenecía y que era su obligación tener relaciones sexuales con él. En ocasiones, le mostraba el puño cerrado frente a su rostro, amenazándola con golpearla, y la insultaba. Como resultado de estos abusos, Prandi comenzó a experimentar náuseas.
Además, Prandi afirmó que sentía un miedo intenso cuando Contardi regresaba a casa. Constantemente la amenazaba con dañar a sus padres y familiares si no hacía lo que él quería, llegando al punto de prohibirle hablar con ellos por teléfono. Según Prandi, sus padres conocieron a su primer hijo cuando el niño tenía cuatro años.
Pericias Oficiales: Pruebas Clave en el Juicio
En el marco de la investigación, Prandi se sometió a una pericia psicológica oficial realizada por una profesional de la Asesoría de la Procuración. Las conclusiones de esta pericia, basadas en el relato de Prandi, fueron determinantes para la acusación contra Contardi.
La perito concluyó que el relato de Prandi era coherente y consistente, y que presentaba un concomitante afectivo acorde con las manifestaciones vertidas. Además, señaló la presencia de indicadores compatibles con victimización sexual y violencia familiar.
La perito también descartó cualquier indicio de falsedad en el relato de Prandi, afirmando que no surgían indicadores que permitieran inferir la presencia de una conformación psíquica con componentes fabulatorios. En resumen, la perito oficial de la Procuración concluyó que Julieta Prandi decía la verdad. Su psiquiatra, que la atendió en 2022, también aportó un informe a la causa.
Esta conclusión es fundamental en casos de violación, como lo demuestran las condenas de Cristian Aldana (ex cantante de la banda El Otro Yo) y Jonathan Fabbro (ex futbolista), quienes recibieron duras penas por abusar de menores.
Contardi presentó dos descargos en la causa, negando los hechos. En uno de ellos, afirmó que Prandi ubicaba temporalmente los supuestos abusos dos o tres años antes de su separación en 2019, y que nunca había mencionado estos hechos durante todo ese tiempo.