Julieta Silva: De la Tragedia Vial a la Violencia Doméstica

La historia de Julieta Silva, una mujer argentina, ha estado marcada por la tragedia y la controversia. En 2018, Silva fue condenada a tres años y nueve meses de prisión por la muerte de su novio, Genaro Fortunato, en un incidente que generó gran conmoción pública. Ahora, años después, Silva vuelve a ser noticia, esta vez acusada de agredir físicamente a su actual marido.

Según informes policiales, Silva fue arrestada nuevamente tras una denuncia presentada por su esposo, con quien tiene una hija de un año. El hombre la acusa de haberlo golpeado. Tras la denuncia, las autoridades constataron las lesiones en el cuerpo del denunciante, lo que llevó a la imputación de Silva por el delito de lesiones leves agravadas por el vínculo. La fiscalía a cargo del caso solicitó su detención con prisión domiciliaria, mientras se recaban pruebas y testimonios.

La defensa de Silva también presentó una denuncia en la Unidad Fiscal de Género, la cual ha sido incorporada a la investigación en curso. Este nuevo episodio reabre el debate sobre el caso Fortunato y la condena que recibió Silva en su momento.

El trágico incidente que involucró a Genaro Fortunato ocurrió en la madrugada del 9 de septiembre de 2017, a la salida de un club nocturno llamado “La Mona” en San Rafael, Mendoza. Según los informes, Silva y Fortunato habían discutido dentro del local. Al salir, Silva intentó irse en su auto, pero Fortunato trató de impedírselo.

Testimonios de testigos presenciales, incluyendo un cuidacoches que se encontraba en la zona, señalan que Fortunato se colocó frente al vehículo e incluso intentó subirse al capó para detener a Silva. En ese momento, según los testimonios, Silva arrancó el auto y lo atropelló. Lo más impactante, según los testigos, es que luego dio un giro en U y volvió a pasar por encima del cuerpo de Fortunato, que ya yacía en el suelo.

En su defensa durante el juicio, Julieta Silva argumentó que no había visto a Fortunato debido a la oscuridad, la lluvia y la falta de sus anteojos. Afirmó que creyó haber “pisado un pozo” y por eso continuó su marcha. “Me bajé con la llave del auto en la mano, lo vi en el piso a la derecha. No podía entender cómo estaba ahí. Volví al auto y llamé al 911. No entendía nada”, declaró Silva ante el tribunal.

El Tribunal finalmente determinó que Silva había atropellado a Fortunato, pero sin la intención de matarlo. Esta conclusión generó controversia y críticas por parte de la familia de la víctima y de la opinión pública, que consideraban que la condena era demasiado leve.

Durante la última jornada del juicio, Silva se negó a hacer uso de su derecho a las últimas palabras. En su lugar, Graciela Linares, la madre de Genaro Fortunato, tomó la palabra y se dirigió directamente a Silva: “¿Por qué, Julieta? Genaro te quería mucho”. Estas palabras resonaron en la sala y dejaron en evidencia el dolor y la pérdida irreparables que sufrió la familia Fortunato.

El nuevo arresto de Julieta Silva por violencia doméstica ha reavivado el debate sobre su caso y la percepción de la justicia en torno a la muerte de Genaro Fortunato. La sociedad argentina se encuentra dividida entre quienes creen que Silva debe rendir cuentas por sus actos y quienes consideran que ya ha pagado su deuda con la justicia. El desarrollo de la investigación por violencia doméstica será crucial para determinar el futuro legal de Julieta Silva.