Un pequeño comercio en el corazón de Villa Primera, Mar del Plata, se ha convertido en el blanco de la delincuencia, sufriendo dos robos a mano armada en un lapso de apenas quince días. Ambos incidentes, captados por las cámaras de seguridad del local, han dejado a la empleada del kiosco en un estado de vulnerabilidad y a los propietarios preocupados por la creciente inseguridad en la zona de Libertad y Uruguay.
El modus operandi en ambos asaltos presenta similitudes inquietantes. Los delincuentes, actuando con rapidez y determinación, ingresan al establecimiento aprovechando la ausencia de clientes. Con los rostros cubiertos para evitar ser identificados, amenazan a la empleada con armas de fuego, exigiendo la entrega de dinero y otros objetos de valor. Se trata de robos exprés, donde la prioridad es minimizar el tiempo de exposición y maximizar el botín, aunque este último resulte ser modesto.
Uno de los videos de seguridad revela la crudeza de estos incidentes. Se observa a un individuo solitario irrumpir en el kiosco, apuntando directamente a la empleada con un arma de fuego. En un lapso de tan solo 18 segundos, el asaltante logra su cometido y huye del lugar con el dinero en efectivo. La rapidez y la violencia del acto dejan en evidencia la vulnerabilidad a la que se enfrentan los pequeños comerciantes en la zona.
En el segundo asalto, las imágenes muestran a dos individuos actuando en conjunto. Uno de ellos, tras extraer un arma de una mochila, intimida a la empleada, mientras que su cómplice se dirige detrás del mostrador para sustraer dinero y otros objetos de valor. La audacia de los delincuentes llega al extremo de llevarse una gaseosa y un paquete de snacks antes de darse a la fuga, demostrando una falta total de respeto por la propiedad ajena y la integridad de las personas.
Los propietarios del kiosco han expresado su profunda preocupación por la situación de inseguridad que se vive en la zona. Según sus declaraciones, la presencia policial es prácticamente inexistente, lo que ha generado un ambiente de impunidad para los delincuentes. “Ya nos robaron dos veces en 15 días. Es zona liberada, no hay un policía ni por casualidad. No paran de robar”, lamentaron los dueños del comercio, quienes también destacaron la cercanía de un colegio y una plaza, lugares donde los jóvenes no pueden transitar con tranquilidad debido a la inseguridad.
Estos incidentes ponen de manifiesto la necesidad urgente de reforzar la seguridad en Villa Primera y brindar mayor protección a los comerciantes y vecinos de la zona. La presencia policial, la instalación de cámaras de seguridad y la implementación de medidas preventivas son fundamentales para disuadir a los delincuentes y garantizar la tranquilidad de la comunidad. La falta de acción por parte de las autoridades competentes no solo pone en riesgo la integridad física y emocional de las personas, sino que también afecta la actividad económica y el desarrollo social de la zona.