La Ciencia Argentina en Crisis: Investigadores del CONICET Buscan Alternativas ante el Ajuste

La Ciencia Argentina en Crisis: Investigadores del CONICET Buscan Alternativas ante el Ajuste

En un contexto de creciente preocupación por el futuro de la ciencia y la tecnología en Argentina, los investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) se enfrentan a una realidad cada vez más desafiante. La combinación de la pérdida de poder adquisitivo y la incertidumbre laboral ha llevado a muchos científicos a buscar alternativas para complementar sus ingresos, incluyendo trabajos en aplicaciones de transporte o incluso la migración a otros países.

Antonia Muñoz, investigadora y delegada de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), describe la situación como crítica. En el último año y medio, los trabajadores de la ciencia y la tecnología han experimentado una significativa erosión en su poder adquisitivo, cercana al 40%. Los ajustes salariales, implementados tras la llegada de La Libertad Avanza al gobierno, no han logrado equiparar el ritmo de la inflación, profundizando la precarización del sector.

El Impacto del Desfinanciamiento

Las consecuencias del ajuste se manifiestan de diversas formas. Investigadores que ganaron sus puestos en concursos en 2022 aún no han sido incorporados al sistema, generando un cuello de botella que afecta a los postulantes de años posteriores. La convocatoria a la carrera de investigador de 2023 aún no ha sido resuelta, y el concurso para ingresar en 2024 ni siquiera se ha abierto. Esta situación ha provocado la interrupción de investigaciones y la pérdida de recursos invertidos en la formación de becarios.

“Estamos formando becarios que no van a poder ingresar al sistema, es una barbaridad”, denuncia Muñoz. “Lo que se están perdiendo son los recursos que se vienen invirtiendo en esa materia”. La falta de oportunidades dentro del CONICET está impulsando a los jóvenes científicos a buscar becas y empleos en el extranjero, exacerbando la fuga de cerebros.

La prolongada espera para percibir salarios, que puede extenderse hasta dos años, es otro factor que contribuye a la desmotivación y al éxodo de talentos. Si bien la investigación científica puede generar entusiasmo y despertar vocaciones, la falta de un sistema científico y tecnológico nacional sólido y coherente pone en riesgo el futuro del sector.

Alternativas Laborales: Una Realidad Preocupante

Ante este panorama, muchos profesionales con años de formación se ven obligados a buscar alternativas laborales para complementar sus ingresos, que rondan aproximadamente el millón de pesos. Algunos investigadores, especialmente aquellos con formación en áreas como la agronomía, optan por migrar al sector privado. Entre los más jóvenes, prevalece el interés por concursar en becas fuera de Argentina. Incluso, algunos investigadores con responsabilidades familiares se ven en la necesidad de trabajar como conductores para aplicaciones de transporte como Uber.

“No digo que son todos, porque nosotros trabajamos ocho horas, pero sí existe”, explica Muñoz. “Hay investigadores en esa condición. Los que recién inician la carrera de investigación ganan muy poquita plata y con ese ingreso no llegan a fin de mes”.

Un Diálogo Necesario

Los trabajadores del CONICET exigen un diálogo abierto y constructivo con el gobierno nacional para discutir el futuro del sistema científico y tecnológico. “El Gobierno nacional ni siquiera se quiere sentar a negociar porque nosotros estamos dispuestos a discutir el sistema científico y tecnológico con argumentos, con respecto a qué queremos para el país”, afirma Muñoz. “Acá no se ha modificado para mejorar las cosas, sino cerrar el concepto”.

Medidas de Fuerza y Visibilización

En este contexto, los trabajadores del CONICET han llevado a cabo un paro de 48 horas con actividades de visibilización para denunciar la situación y buscar el apoyo de la sociedad. Estas medidas incluyen reuniones abiertas a la comunidad y acciones de protesta en lugares públicos.

La crisis que atraviesa el CONICET representa un desafío para el futuro de la ciencia y la tecnología en Argentina. La falta de inversión y la precarización laboral están generando la fuga de cerebros y poniendo en riesgo la capacidad del país para generar conocimiento y desarrollo. Un diálogo constructivo entre el gobierno y los trabajadores del sector es fundamental para encontrar soluciones que permitan garantizar un futuro próspero para la ciencia argentina.