El fútbol argentino se encuentra sumido en un debate acalorado tras la desafortunada declaración de un periodista deportivo, en un momento ya de por sí sensible debido al fallecimiento de Miguel Ángel Russo. La figura de Russo, un nombre respetado y querido en el ambiente futbolístico, especialmente dentro del Club Atlético Boca Juniors, dejó un vacío que se sintió profundamente. Sin embargo, la expresión de opiniones controvertidas, en lugar de unirse al duelo colectivo, generó una ola de indignación y rechazo.
El incidente se centra en un comentario publicado en redes sociales por el periodista Gabriel Anello, dirigido al actual presidente de Boca Juniors, Juan Román Riquelme. En su mensaje, Anello acusó a Riquelme de haber instrumentalizado la situación de salud de Russo, quien había asumido la dirección técnica del equipo en un momento delicado. Según el periodista, Riquelme habría utilizado a Russo como un escudo protector ante las críticas y presiones de la afición.
La frase que encendió la mecha de la controversia fue calificar a Riquelme como “basura humana”. Esta expresión, vertida en un contexto de luto y respeto por la figura de Miguel Ángel Russo, fue considerada por muchos como una falta de tacto y una agresión innecesaria.
La reacción en el mundo del periodismo deportivo no se hizo esperar. Numerosos colegas de Anello expresaron su desacuerdo con sus palabras, cuestionando la oportunidad y la forma en que se manifestó. Se argumentó que, más allá de las diferencias de opinión que puedan existir, el respeto y la sensibilidad deben prevalecer, especialmente en momentos de duelo.
Ariel Senosiain, otro reconocido periodista deportivo, respondió directamente a Anello, señalando la importancia de la sensibilidad en el ejercicio del periodismo y la necesidad de evitar su instrumentalización para fines personales. Guido Bercovich, de TyC Sports, calificó el comentario como una muestra de la falta de humanidad que puede llegar a existir. Daniel Retamozzo, por su parte, lamentó que se utilizara la muerte de una figura tan querida como Russo para alimentar rencores personales, destacando que el respeto debe estar por encima de la búsqueda de impacto mediático.
Más allá del debate puntual sobre las palabras de Anello, el incidente puso de manifiesto la polarización y la tensión que a menudo rodean al mundo del fútbol. La figura de Riquelme, un ídolo indiscutible para muchos aficionados de Boca Juniors, también genera controversia y despierta pasiones encontradas. En este contexto, cualquier comentario crítico hacia su persona tiende a ser interpretado como una afrenta, especialmente cuando proviene de un medio de comunicación.
Mientras tanto, las redes sociales se inundaron de mensajes de homenaje y reconocimiento a Miguel Ángel Russo. Aficionados, jugadores, entrenadores y periodistas recordaron su trayectoria, su calidad humana y su legado en el fútbol argentino. En contraposición, el desafortunado comentario de Anello se convirtió en un punto discordante en una jornada que debía estar dedicada exclusivamente al recuerdo y al agradecimiento.
Este episodio subraya la importancia de la responsabilidad y el cuidado en el ejercicio del periodismo, especialmente en momentos de sensibilidad social. La libertad de expresión, un derecho fundamental, debe ejercerse con respeto y consideración hacia los demás, evitando caer en la provocación y la descalificación personal. El fútbol, como fenómeno social que moviliza pasiones, requiere de un periodismo que contribuya a la reflexión y al debate constructivo, en lugar de alimentar la confrontación y el odio.